La diversidad de paisajes y atractivos de Jujuy suman una singular oferta de turismo termal en cinco destinos de distintos puntos de la provincia, que invitan a escapadas de relax entre tonos turquesa, excursionismo y fangoterapia.
Como atractivo consolidado, muy cerca de la ciudad capital se ubican las reconocidas Termas de Reyes; mientras, en la región de Yungas, hacia el este provincial, se hallan las turquesas aguas del Río Jordán, a las que se acceden mediante excursionismo, y otras que se combinan con fangoterapia en la localidad de Caimancito.
En tanto, hacia el oeste jujeño, completan la lista las aguas termales de Tuzgle y las del pueblo de Coranzulí, que se muestran como atractivos emergentes en la región de Puna, que suman a la experiencia que ofrece el recorrido de la ruta nacional 40, que llega hasta La Quiaca.
A 19 kilómetros de San Salvador de Jujuy, se encuentran las Termas de Reyes, un lugar donde la sorpresa y la magia de un paraje único se combinan con un sistema de aguas subterráneas a más de 50º C, plenas de sales minerales y con elementos nutritivos para la vida.
Cuenta la historia que en un pasado, el Curaca, jefe de los pueblos andinos, bajaba 130 km desde Casabindo para visitar las aguas sagradas de las yungas, donde sanaba su cuerpo y espíritu. Es por eso que los conquistadores españoles bautizaron como Termas de Reyes a este verdadero paraíso, rodeado de montañas verdes, y que se encuentra bañado por un río que forma caprichosos circuitos.
Las aguas allí son hípertermales, de baja salinidad, sulfatadas y bicarbonatadas sódicas y se aplican para estimular las defensas, eliminar toxinas y reactivar el metabolismo en reumáticos y alérgicos. Tienen alto poder analgésico, relajante, reconstituyente y calmante de dolores musculares y sedan el sistema nervioso. Luego de un relajado baño, nada mejor que una sesión de masajes o un tratamiento de fangoterapia que termina de remover las impurezas del cuerpo.
Rumbo a las yungas
Yendo unos 160 kilómetros desde la capital hacia el noreste, a la región de Yungas, se hallan las Termas del Río Jordán, con una serie de piletones naturales de una apariencia singular: deslumbrantes tonos turquesa. El agua se puede disfrutar a una temperatura promedio de 30ºC y con profundidades que llegan hasta los 3 metros.
Para llegar, se debe atravesar un sendero de dificultad media y alta, que nace en la ruta provincial 83, a unos 14 kilómetros del poblado de San Francisco, donde existen guías capacitados que brindan el servicio de trekking y cabalgata.
También en las Yungas, pero un poco más cerca de la ciudad capital, a unos 140 kilómetros, se localizan las Termas de Caimancito, con vertientes que surgen entre los 40º y los 60ºC, y se guían a piletones donde se mezclan con agua fría para el disfrute de los visitantes. En Caimancito lo que se destaca es la posibilidad de realizar fangoterapia en forma natural.
Completando la oferta de turismo termal en la provincia, hay otros dos destinos que se muestran como emergentes, ubicados en cercanías de las comunidades puneñas de Puesto Sey y de Coranzulí, en distintos puntos del oeste provincial.
Uno es el Complejo Termal en cercanías del volcán de Tuzgle, al que también muchos aventureros desafían cada año. La de Coranzulí, en tanto, cuenta con tres piletones de aguas termales, una de ellas destinada al uso familiar y dos de uso individual. En ambos espacios se avanzará con estudios sobre sus aguas para determinar los beneficios que tienen y que ello ayude en el desarrollo de los atractivos.