La exuberancia de la selva de Yungas, con sus pisos de vegetación que ponen las nubes a la altura de los ojos, se luce en el Parque Nacional Calilegua, en Jujuy, una de las áreas protegidas con mayor biodiversidad del país que invita al turista a un encuentro con la naturaleza pero también con la cosmovisión de su pueblo nativo, el guaraní.
Once senderos, la mayoría de dificultad media y baja, llevan a los visitantes por una aventura llena de colores y sonidos, para deslumbrarse con el entramado tapiz de la selva, ríos encajonados entre abruptas peñas y múltiples especies animales y vegetales que habitan en esta reserva del sureste de Jujuy.
Del total, ocho senderos son de baja y media dificultad, que en general son de fácil tránsito, porque a diferencia de otros parques los recorridos no son, muy extensos y, pese a la geografía accidentada, la mayoría tiene construcciones escalonadas que disminuyen el grado de las pendientes.
A poco de cruzar el ingreso al predio, los visitantes se encuentran con dos de esos senderos, que trascienden la conexión con la naturaleza y que a su vez son los más visitados.
Uno de ellos, denominado “Nuestra selva”, con una extensión de 620 metros por el pedemonte, es un sendero interpretativo sobre la cosmovisión del pueblo guaraní, para el cual se pueden contratar guías de sitio, que son pobladores de comunidades de la zona.
“Seres fantásticos” es el otro recorrido que trasmuta la experiencia, al contar con unas ocho esculturas en chatarra, donadas por artistas del país, que representan seres mitológicos de la región asociados a la naturaleza.
Calilegua se enmarca en un ambiente que además de su verde exuberancia presenta un plus relacionado a la avifauna que alberga, ya que la mitad de aves en todo el país se pueden divisar en el parque. De las otras especies animales que habitan el lugar, como coatís, tapires y yaguaretés, acotó que si bien puede ser difícil verlos, en los lechos de ríos o en zonas húmedas se pueden hallar sus huellas, para lo cual hay folletería que se entrega para su reconocimiento.
Entre los 20.000 visitantes que en promedio anual recibe el Parque figuran contingentes escolares y familias, quienes puede arribar con facilidad gracias a la infraestructura vial y por su cercanía a localidades de envergadura, de las cuales Libertador la de mayor referencia.
Esta población a unos 110 kilómetros al noreste de San Salvador y a 8 kilómetros del acceso a Calilegua, cuenta con todos los servicios para el turista, en especial alimentos y bebidas para consumir durante la vista al Parque, y además cuenta con una línea de transporte público que lleva a la reserva.
TU GUÍA
Cómo ingresar
El ingreso al Parque Nacional Calilegua es gratuito, aunque los visitantes deben contactar al personal al llegar para registrarse por cuestiones de seguridad y obtener la folletería disponible. Mesones con asadores, sanitarios y un quincho para unas 30 personas son algunas de las instalaciones que los turistas disponen en forma gratuita para pasar el día en el Parque, que permanece abierto entre las 8 y las 18 horas.