En el corazón de la España Verde, a media hora de la ciudad de Bilbao, el municipio vizcaíno de Galdames guarda a la sombra de lo que era una derruida torre del siglo XIV, una de las mayores colecciones de Rolls Royce del mundo, fruto del sueño de un empresario vasco.
Esa torre fue desmochada por los Reyes Católicos como todas las de la provincia y la zona, hasta que seis siglos más tarde un empresario vizcaíno, Miguel de la Vía, adquirió esas ruinas y comenzó un proceso de reconstrucción que hoy reluce en el verde escenario de la geografía vasca.
El lugar guarda uno de los tesoros más asombrosos de la zona: una colección única de 75 autos antiguos, y algunos no tanto, de los cuales 45 son Rollls Royce.
Hoy la Torre Loizaga cuenta con seis pabellones: en el primero se ubican los coches antiguos de principios del siglo XX, donde destacan un Hispano-Suizo K-6 de 1938, con su pintura original, y un Isotta Fraschini de 1925 (8 cilindros).
En el pabellón 2 están todos los coches del día a día de Miguel junto con un camión de bomberos que es original de Londres (1939) de las cuales sólo quedan tres unidades en el mundo. Luego en el pabellón 3 está el comienzo de la colección Rolls Royce, con los coches más modernos de la marca y 4 deportivos (Lamborghini, Ferrari, y Jaguar).
En tanto los pabellones 4, 5 y 6 son un poco la historia del Rolls empezando por los de los años 20 a 25, que son los pequeños, y que se fabricaron unos años después de empezar la marca.