Los Antiguos, ubicado a orillas del lago Buenos Aires en la zona noroeste de la provincia de Santa Cruz, ofrece un mundo de atracciones turísticas, en un sitio mágico enclavado en un valle fértil, con la cordillera de los Andes como marco excluyente. Con un microclima ideal para visitarlo todo el año debido a su escasa altitud sobre el nivel del mar, 200 metros, los turistas pueden degustar de dulces caseros, escabeches y otras delicias en las diferentes chacras con que cuenta esta comuna que recibe, a lo largo de todo el año, la visita de miles de turistas.
Según cuenta la leyenda, el origen de su nombre proviene de una leyenda que dice que los antiguos tehuelches ancianos elegían este lugar como último reposo por su agradable microclima, por lo que su denominación es una traducción del vocablo tehuelche “I keu kenk” o “I keu konk”, que significa “mis antepasados” o “los antiguos”.
Entre sus atractivos principales están el visitar la ruta gastronómica de las delicias de las chacras familiares para degustar sus productos frescos y elaborados, conocer la vida de una familia rural en plena cosecha de cerezas, frutillas o frambuesas y recolectar sus propios frutos finos. Los Antiguos es un pueblo de unos 10.000 habitantes y sus chacras son pequeñas pero tienen bellas plantaciones con frutos de estación y otros vegetales, a los que se suman tejidos de lana de camélidos como los guanacos y todo tipo de productos artesanales.
Para conocer todo acerca de las chacras que se pueden visitar en esta ruta gastronómica y organizar el recorrido se consulta la página http://losantiguos.tur.ar/que- hacer/chacras-y-productores/ donde se podrá obtener toda la información acerca de este paseo.
La comuna tienen una posición estratégica cerca de La Cueva de las Manos, patrimonio de la humanidad, el Cañadón del Río Pinturas, la Sierra de Colores y el Parque Nacional Patagonia, creado en 2015, pero que aún no cuenta con un área de uso público con toda la infraestructura necesaria para recibir a los turistas. La zona, por sus lagunas de la parte alta de la meseta, es el hábitat natural del macá tobiano, el animal en mayor riesgo de extinción de la Argentina, una especie endémica de la provincia que desde las lagunas ubicadas a 1.500 metros sobre el nivel del mar va a los estuarios de la costa santacruceña para pasar el invierno.
A poca distancia en la afueras del poblado, se descubre, al sur, el mirador panorámico Uendeunk, y a dos kilómetros, también hacia el sur, el mirador del río Jeinimeni, desde el cual se observan las coloridas 420 hectáreas que ocupan las chacras con sus cultivos multicolores; el cerro Castillo y el Monte Zeballos. Casi escondido, el Lago Posadas, rodeado de chacras protegidas con álamos que intentan frenar el eterno viento patagónico, es un paisaje en sí mismo.
La pesca y el turismo aventura, con posibilidades de realizar trekking, cabalgatas, escalada, rapel, palestra y deportes náuticos como windsurf y katesurf en los lagos Buenos Aires y Fontana, son gran parte de la oferta turística del lugar, al que se le pueden agregar las caminatas hacia la estancia La Ascensión, para admirar su producción lanera.