viernes, 26 julio, 2024
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Rosario, cuna de personalidades

Rosario, que está sobre la margen derecha del Paraná y comparte con Entre Ríos sus islas, llama a los viajeros con sus joyas arquitectónicas, el Monumento a la Bandera, y una movida cultural única. La ciudad de la provincia de Santa Fe renueva siempre sus propuestas para conocer el casco antiguo, la movida nocturna en el barrio Pichincha y las elegantes mansiones del bulevar Oroño, entre tantos otros secretos.

Rosario es uno de esos sitios a los que hay que descubrir sin prisa, caminando y mirando en todo momento para el cielo. Es así como uno se sorprende con joyas arquitectónicas y cúpulas de edificios de los estilos Art Nouveau y Art Decó. Las caminatas permiten conocer lugares como el edificio del actual Sindicato del Seguro, el Palacio Cabanellas y la tienda Falabella.

Las obras del Art Nouveau, financiadas por la floreciente burguesía rosarina desde finales del siglo XIX, se caracterizan por la libertad en el diseño, con líneas sinuosas y composiciones asimétricas que dejan de lado las decoraciones clásicas. Las del Art Decó se caracterizan por el uso de elementos ornamentales más geometrizados que utilizan combinaciones de mármoles, luces de neón y gargantas de luz.

Pero además, la ciudad ofrece una docena de circuitos temáticos que se pueden realizar de manera gratuita y en forma autoguiada. Se recorren lugares, edificios históricos y sitios donde hay anécdotas de personajes emblemáticos.

Una estatua del inolvidable capocómico Alberto Olmedo. (Turismo de Rosario)

Los pasos de Olmedo

El circuito que rinde homenaje al actor y capocómico, está integrado por diez postas, desde su casa natal hasta la estatua que lo homenajea en el barrio Pichincha, donde nació el 24 de agosto de 1933. Mediante una audioguía, con la voz de la actriz Ofelia Castillo, el recorrido incluye la casa natal de Olmedo, ubicada en la calle en Callao 73 bis, donde nació en 1933, y donde vivía con su tía, que hoy es sólo una fachada que resiste al paso del tiempo.

Otra parada es la escuela Juan Francisco Seguí, ubicada en Ricchieri 350, que abandonó antes de empezar el último año, y que fue la época donde comenzó a practicar acrobacia junto a su amigo, Osvaldo Martínez, en el club Newell’s Old Boys del Parque Independencia. También se incluye la escuela Almafuerte, donde Olmedo terminó sus estudios primarios en 1948 a instancias de sus amigos, y que está ubicada en Salta 2558.

La Casa de Lezama, ubicada en Salta 3061 -declarada de valor histórico por su arquitectura-, y llamada así porque vivía uno de sus entrañables amigos de la infancia, Osvaldo Lezama, es el lugar donde Olmedo pasaba un par de días a la semana, entre los 7 y los 9 años, mientras su madre iba a trabajar.

Dos de los lugares míticos en la vida del actor forman parte del circuito: el restaurante “El Aviador”, en Salta y Suipacha, donde se reunía tres veces por semana con sus amigos, y el Centro Asturiano, donde dio sus primeros pasos en la actuación, junto a la Troupe Juvenil Asturiana, sobre el escenario que hoy lleva su nombre.

Reconocido hincha de Rosario Central, una esquina del estadio, la de Génova y Cordiviola, lleva su nombre, y forma parte de una de las postas del circuito.

Mientras que un lugar emblemático es la estatua de bronce que se encuentra desde abril de 2007 en Pueyrredón y Rivadavia, en la zona cercana al río del barrio Pichincha, que lo vio nacer. La obra muestra a la figura de Olmedo en tamaño real, en un banco de plaza, con la relajada actitud que él adoptaba durante los sketchs de “Álvarez y Borges” (junto a Javier Portales, quien también vivió su infancia en Rosario).

La casa donde nació Ernesto “Che” Guevara. (Turismo de Rosario)

Los caminos del Che

A mediados de 1928, mientras Ernesto Guevara Lynch y Celia de la Serna, los padres de Ernesto, viajaban en barco rumbo a Buenos Aires, cuestiones de negocios los demoraron unos días en Rosario. Estando en la ciudad, Celia comenzó con trabajo de parto y, por recomendación de los médicos, se instalaron en el edificio ubicado en Entre Ríos 480.

El 14 de junio de 1928, en esa misma casa, nació Ernestito. La familia permaneció entonces unos meses en Rosario, ciudad a la que el Che volvería en diferentes ocasiones años después. Hoy Rosario es el punto de partida de “Los caminos del Che”, recorrido que une los lugares que fueron escenario de distintos momentos de su vida.

El itinerario del paseo pasa por la estatua de Guevara en el parque Yrigoyen; también, por el Parque de la Independencia, donde el guerrillero argentino se sacó la primera foto de su vida, junto a sus padres, y por su casa natal.

Además, recorre la plaza de la Cooperación, en la cual se instaló un mural de Ricardo Carpani sobre el Che, y el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Che Guevara, donde hay una exposición con objetos y escritos vinculados a su primera infancia.

El famoso y recordado bar El Cairo. (Turismo Rosario)

El humor de Fontanarrosa

Entre bares emblemáticos y lugares que signaron sus historias, pasando por su barrio y sus anécdotas, la vida del genial escritor y humorista Roberto Fontanarrosa puede rememorarse paso a paso, a partir de un singular recorrido por la ciudad donde nació y eligió vivir.

El departamento “L” en el segundo piso del edificio Dominicis, en la calle Catamarca 1421, fue el hogar donde “El Negro” dio sus primeros pasos, escuchando quizás el sonido de la radio transmitiendo un partido de fútbol o algún tango. En el año 2014, por ordenanza del Concejo Municipal, Catamarca y Corrientes fue declarada esquina “Roberto Fontanarrosa” en homenaje a su casa natal.

Pero el punto infaltable para conocer los secretos del escritor nacido el 26 de noviembre de 1944 es el famoso bar El Cairo, donde se juntaba con los integrantes de la “Mesa de los Galanes”. Inaugurado en 1943 en la planta baja de una casona en la esquina de Sarmiento y Santa Fe, fue inmortalizado por el creador de personajes como Inodoro Pereyra o Boggie el Aceitoso.

Otro de los lugares que acercan al viajero a “El Negro” es el Sunderland Bar, de manteles a cuadros rojos y blancos y buena gastronomía. De origen portuario, el restaurante elegido por Fontanarrosa para reunirse con amigo fue guarida de marineros y con el correr del tiempo se volvió trastienda de la bohemia y la vida cultural de la ciudad. “Reconocido nido de piratas que atienden cautivas rusas”, como lo describe Joan Manuel Serrat, Sunderland es lugar de anécdotas e historias.

Aunque en la memoria colectiva está El Cairo, otro bar que frecuentó con sus amigos por diez años fue La Sede, a una cuadra de la facultad de Humanidades y Artes. Hoy en día, La Subsede, debajo del mítico bar, alberga espectáculos en su nombre y suele poner en cartelera el humor de sus más prestigiosas obras.

También se pueden conocer otros lugares de cercanía para el escritor, como el Teatro El Círculo; el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, un complejo da lugar a actividades y ciclos anuales vinculados al arte y a la cultura; o el “Gigante de Arroyito”, como se conoce al estadio de su querido club Rosario Central. Aunque también hay que darse una vuelta por Escauriza, un mítico restaurante en la ribera norte de la ciudad, famoso por sus exquisitos pescados de río, su excelente vista del Paraná y sus tablas de picadas.

Messi también tiene sus sitios para descubrir. (Turismo Rosario)

Las gambetas de Messi

Para los amantes del fútbol, y sobre todo para los más pequeños que tienen en Lionel Messi un ídolo indiscutible, existe un circuito autoguiado que nos lleva por la vida del mejor jugador del mundo, para conocer anécdotas, historias imágenes, audiovisuales y sitios que marcaron su vida.

Los diez lugares ligados a los momentos más importantes del crack rosarino están referidos a varios sitios de la ciudad, su barrio, su escuela, los potreros y los primeros clubs donde desplegó sus excepcionales condiciones futbolísticas.

El inicio del recorrido es el museo del Deporte Santafesino, un predio construido en el ex Batallón 121, que cuenta con un espacio exclusivo para Messi que recuerda cómo el futbolista y sus amigos burlaban la guardia para convertir al terreno en un gran potrero.

El circuito continúa en el club Abanderado Grandoli, donde se puede apreciar a Messi cuando tenía cuatro años, junto a su abuela en una tribuna y mirando un partido en el que participaba su hermano, quien ante la falta de un jugador llamó a su hermano, que terminó haciendo el gol del triunfo.

El recorrido sigue en la escuela 66 General Las Heras, donde se puede tomar contacto con la maestra de La Pulga y apreciar un gran mural que muestra a Messi con la camiseta de la selección Argentina, y de allí al barrio La Bajada, donde jugaba al fútbol con sus amigos y sus hermanos, y que exhibe 34 murales del futbolista.

El club El Campito, donde está el potrero donde Lio comenzó a jugar a la pelota, Central Córdoba, su club en 1995, son otros de los sitios elegidos para homenajear a Messi. También está en el circuito el Paseo de los Olímpicos, en el cruce de la avenida Pellegrini y Entre Ríos, donde hay una placa que recuerda el momento en que Messi obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de China.

El complejo Malvinas Newell’s, donde está la escuela de fútbol infantil en la que comenzó su carrera; el estadio Coloso del Parque, del mismo club, donde Messi era un concurrente habitual, y el City Center Rosario, donde conoció a su esposa, Antonella Rocouso, marcan el final de este recorrido.

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