Un viaje por la historia, por el amor, por la naturaleza, lugares de la fe o por las rutas de los sabores antiguos: Verona ofrece muchas alternativas, para todo tipo de exigencia. Declarada desde el año 2000 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta ciudad a medio camino entre Venecia y Milán es un maravilloso ejemplo de integración urbana, arquitectónica y artística de los distintos períodos históricos que se sucedieron durante dos milenios.
El ser la ciudad en la que el reconocido escritor inglés Shakespeare se inspiró para crear la historia de los trágicos amantes de su obra Romeo y Julieta se ha convertido en uno de los principales atractivos, pero Verona no solo vive de estos dos jóvenes personajes creados en 1597. Es el destino perfecto donde descansar unos días si el viajero está haciendo un recorrido por el norte de Italia o para una escapada de fin de semana si uno anda por ese país del viejo continente.
Atrapada entre las colinas a orillas del ondulante río Adigio, desde que los jóvenes amantes fueron inmortalizados, se vive en sus calles sin prisa, como detenidos en el tiempo de los Montesco y Capuleto.
Hay que llegar hasta el Nº 23 de la Via Capello para encontrase con la casa que fuera de la familia Dal Cappello, en el siglo XIII, y de donde derivó después el nombre Capuleti, linaje de la famosa Julieta. La similitud con este apellido dio origen a la creencia popular: la gente empezó a pensar que efectivamente allí había vivido la Julieta de Shakespeare. Con el tiempo, el Ayuntamiento de Verona adquirió la propiedad y la convirtió en un atractivo turístico que fue creciendo, mucho antes de las selfies y las redes sociales.
Mito o realidad, lo cierto es que con cientos de mensajes de amor escritos en su entrada, la vivienda es una de las visitas más típicas del lugar. Los enamorados se sacan fotos junto a la estatua de bronce de la Julieta -la tradición dice que hay que tocarle uno de los pechos para que el amor perdure-, aprecian el balcón (construido en 1928) y luego siguen la peregrinación hasta su tumba, en la Via del Pontiere. El sarcófago de mármol se exhibe en el convento San Francisco, actual sede del Museo del fresco GB Cavalcaselle. Según la tradición se habría identificado allí un entierro de dos amantes en el siglo XVI.
Si bien Shakespeare fue el responsable de eternizarla, el relato original fue escrito por Luigi da Porto, de Vicenza, en 1520, con el nombre de Historia novellamente ritrovata di due nobili amanti. Otro escritor, Matteo Bandello, la adaptó y bautizó Romeo e Giulietta. Y en esta versión se basó Shakespeare para su famosa obra, que se representó por primera vez el 29 de enero de 1595.
Íconos de la historia
Uno de los lugares célebres de Verona es la histórica Arena, el tercer anfiteatro que dejó el Imperio Romano en Italia por su tamaño (hoy entran 25 mil personas) y que durante el verano se convierte en escenario de grandes representaciones, conciertos y temporadas líricas. Este imponente “coliseo” fue construido fuera del perímetro original de los muros republicanos y vio pasar a gladiadores, cacerías, ejecuciones y comedias.
Además hay dos construcciones romanas más: la más antigua es el Puente Pietra, cuyos arcos unen las dos orillas del río, y marca el nacimiento de la ciudad, mientras que la otra es un foro romano que, durante el Medievo, se transformó en Plaza del Mercado y con el Renacimiento fue adornada con frescos y una imponente torre de reloj. Hoy este espacio es la Plaza de las Hierbas.
Ideal para disfrutar a paso lento, la costa del río Adigio (en italiano Adige) combina el verde de las colinas con el rojo de los tejados de las casas bajas. El Puente Pietra, el único de los romanos de Verona que sobrevive, deja a uno hipnotizado. Pero hay más: cerca del río existen otras grandes obras de la época romana y scaligera (los dos períodos que más influyeron): la fortaleza de Castelvecchio, hoy en día sede del Museo de Arte Moderno, el Puente Scaligero, maravilloso ejemplo de arquitectura de la Edad Media y las Arche Scaligere, excelentes obras sepulcrales, realizadas para los restos mortales de los nobles de Verona.
A pocos metros, y cruzando el Adigio, el Teatro Romano es otro de los legados que permiten afirmar, sin temor a equivocarse, que Verona es la ciudad “más romana” de Italia, después de Roma, claro está.
TU GUÍA
Cuánto cuesta
Un viaje desde Buenos Aires a Milán arranca en los $140.000. Desde esa ciudad hay que recorrer unos 160 km hasta Verona. Una noche en un hotel céntrico promedia los US$ 250, aunque hay otros más económicos desde los US$ 100.
Cómo llegar
La mejor forma de llegar a Verona desde Venecia es desde la Estación de Trenes de Santa Lucía. Las formaciones de Eurostar tardan 60 minutos. Hay trenes regionales más económicos que tardan dos horas.