Todo indicaría que en el ecosistema “desierto” no hay ningún tipo de ser vivo ni casi posibilidad de acceso. Pero todo lo contrario. Los países que los tienen le han buscado la vuelta para explotarlos turísticamente y gracias a sus paisajes increíbles, esta aventura cada vez despierta más interés. Hoy deviajevoy te da algunas posibilidades para que tengas presente y cuando estés en otro lugar te animes a experimentar algo distinto.
Atacama
Ubicado en el norte de Chile, es considerado uno de los más áridos del planeta. Está enmarcado por la ribera del océano Pacífico y la cordillera de los Andes, cubriendo aproximadamente 105 mil kilómetros cuadrados. Cuenta con salares, termas y geisers, grandes minas de cobre y otros minerales, como la de Chuquicamata, en Calama, y otras a grandes altitudes en el altiplano, y fértiles quebradas y oasis cuyos frutos únicos invitan a tours gastronómicos.
Entre sus puntos más visitados se encuentra el Valle de la Luna, cuya belleza radica en los colores y formaciones de piedra y arena que lo asemejan a la superficie lunar. Y otro tour clásico de la región es el que visita la inmensidad y el silencio del Salar de Tara, que se encuentra rodeado de grandes formas rocosas llamadas “catedrales”, en donde es posible ver una gran diversidad de aves migratorias, además de vicuñas y llamas.
La Capadocia
La Capadocia es un destino turístico muy popular perteneciente a Turquía, donde las leyendas y magia se mezclan con increíbles paisajes, enclaves arqueológicos y valles maravillosos. Este lugar es un delirio geológico de formas y colores. Valles, llanuras, laderas, montañas se llenan de formas puntiagudas, cónicas, piramidales. Cuanta la leyenda que hace miles de años convivían en la región los hombres y las hadas, pero una historia de amor entre una de estas con un humano hizo que la Reina de las Hadas decidiera transformar a todas sus súbditas en palomas.
Actualmente muchas de las formaciones rocosas llamadas “chimeneas de las hadas” son, de hecho, palomares, y los habitantes de la región cuidan a las palomas como tributo. Capadocia es un lugar para recorrer con calma, a ritmo pausado y, en lo posible, a pie. Una excelente opción es acudir al pueblo de Göreme, declarado Patrimonio de la Humanidad por sus iglesias, y desde donde se puede hacer base.
Wadi Rum
Patrimonio de la Humanidad desde 2011 por sus valores culturales y naturales, el desierto de Wadi Rum, también conocido como el Valle de la Luna, está ubicado a 1600 metros de altura y en una región montañosa de Jordania. A unos 60 kilómetros de la ciudad jordana de Aqaba, este sitio fue habitado desde la prehistoria, y en la actualidad viven allí tribus beduinas que supieron aggiornarse. Y de hecho son los encargados de ofrecer a los turistas diversas posibilidades de vivir experiencias únicas recorriendo el desierto a la manera beduina.
La actividad más típica es la excursión en jeep por las dunas, en la que se visitan algunos de los rincones más espectaculares: el Puente de Piedra de Burdah (un arco de roca tallado por el viento), los Siete Pilares de la Sabiduría (una inmensa mole de arenisca que domina el desierto) o los petroglifos del cañón de Khaz’ali (tallados en la piedra por las caravanas de nabateos hace más de dos mil años). Otros, en cambio, se animan por el recorrido en camello. Todo una aventura.
