El cerro San Javier y la villa del mismo nombre que corona su cumbre, a 25 kilómetros al oeste de San Miguel de Tucumán y en medio de la yunga, conforman un paisaje ideal para cualquier época del año. Su altura máxima es de 1876 metros sobre el nivel del mar, en la cumbre del Taficillo, un excelente punto para obtener las mejores vistas panorámicas de la ciudad y los diversos paisajes naturales que lo rodean.
La villa es ideal para descansar y disfrutar de numerosos atractivos, y en sus laderas escarpadas y cubiertas de la húmeda selva pedemontana, el visitante puede realizar cabalgatas en grupo o lanzarse a descubrir las postales autóctonas a través del senderismo.
Una de las ecosendas más elegidas por los viajeros es la denominada Puerta del Cielo, que inicia su ascenso desde la zona de Horco Molle (lateral izquierdo del San Javier), y el recorrido atraviesa las yungas hasta la cima, donde se tiene una panorámica de San Miguel y alrededores.
La geografía de San Javier también esconde un apacible paraje con la hermosa cascada de río Noque, que se ubica en el Parque Sierra de San Javier y es un excelente lugar para pasar el día. En tanto, uno de los mayores atractivos del cerro es la escultura del Cristo Bendicente, que con una altura de 28 metros se convirtió en la cuarta estatua más alta del mundo de un Cristo, a 1.275 msnm.
Además, el cerro cuenta con una de las pistas de despegue más reconocidas en el mundo para el vuelo libre en parapente. La práctica de este deporte, tanto por profesionales como aficionados, se puede realizar durante todo el año en la zona de Loma Bola, donde se encuentra la pista de despegue.
Hace más de dos décadas se establecieron en la pista natural de Loma Bola varias asociaciones, escuelas o simples grupos de aficionados para dar rienda suelta a su sueño de volar.
Hoy es el lugar desde donde varias escuelas de vuelo o profesionales de la actividad realizan la práctica del parapentismo durante casi todo el año, cuando las condiciones climáticas lo permiten.
El gran atractivo es que cualquier persona puede cumplir el sueño de volar gracias a un equipamiento biplaza que permite hacerlo bajo las coloridas velas del aparejo conducido por expertos deportistas.
Así, esta zona del cerro San Javier recibe, día a día, a cientos de amantes del deporte, audaces visitantes que intentarán la proeza, turistas que desean presenciar esta práctica en un paisaje increíble o recorrer a pie, en bicicleta o a caballo este lugar del departamento Yerba Buena.
Las bondades de su ubicación tan cercana a una gran ciudad, su accesibilidad y las condiciones climáticas y topográficas, convierten a Loma Bola en el sitio de parapentismo más destacado de Latinoamérica y uno de los mejores del mundo, al punto que fue escenario del último Campeonato Mundial de Parapentes, con más de 150 pilotos de todo el planeta.
Escuelas, empresas o profesionales reconocidos ofrecen al turista una experiencia inolvidable que, en líneas generales, lleva tres horas entre el traslado desde la ciudad y el contacto con el deporte y la naturaleza.