martes, 3 diciembre, 2024
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Tres puertos para conectar el Sur

“Tres Puertos – Tres Parques” es una peculiar propuesta turística que acerca al visitante a lo más profundo de la identidad local. Sobre la ruta nacional 3, los puertos Santa Cruz, San Julián y Deseado invitan a atracar, descender y explorar un período de la historia patagónica, mientras se realza la relación con el mundo natural a través de sus principales parques: el Nacional Monte León, el Interjurisdiccional Marino Isla pingüino y el Interjurisdiccional Marino Makenke.

La riqueza de la propuesta se asienta sobre una variada oferta de actividades, museos y excursiones que permite al visitante entender la relación de cada destino con el mar, ya sea en materia cultural o natural, todo el año y para todas las edades.

El mar, portador y eterno confidente de las más arriesgadas hazañas, supo erigirse como el nexo, el canal, que unió dos mundos: los pueblos originarios americanos y los llegados del viejo continente. De este encuentro, son diversas las referencias que testimonian el destino de aquellos navegantes en territorio patagónico: naufragios, retratos descriptivos y un puñado de nombres que han forjado parte de la historia, como Magallanes, quien desembarcó por primera vez en Puerto San Julián, y que atravesó un naufragio en Puerto de Santa Cruz; o el propio Charles Darwin, que dejó testimonio de toda su incursión por estos lares. Pero al mismo tiempo, se hacen tangibles miles de años de expresiones culturales heredadas de los primeros habitantes presentes, no sólo en las múltiples propuestas museísticas, sino en muchos aspectos de la vida cotidiana de sus pobladores.

Una opción que recrea las primeras incursiones en este suelo es el Circuito Histórico Derrotero del Corsario, ubicado en diferentes puntos del sector costero de Puerto Deseado. La misma es una propuesta autoguiada que, a lo largo de seis estaciones, se trata de vivenciar la experiencia del corsario inglés Thomas Cavendish, quien en 1586 descendió allí y bautizó el lugar “Port Desire”.  

En Puerto Deseado la exploración de grandes navegantes aconteció durante todo el siglo XVI con la odisea de Hernando de Magallanes, siendo los naufragios descubiertos entre los siglos XVII, XVIII y XIX, dejando baluartes de estas gestas marítimas, monumentos de una época que descansan en el fondo de la Ría Deseado. Debajo del manto azul púrpura que baña las costas de canto rodado los objetos de la corbeta Swift ofician como un portal al pasado, que puede ser visto en uno de los museos más disruptivos e imperdibles en suelo deseadense: el museo Mario Brozoski.

Hacia fines del siglo XIX y principios del XX se irán reforzando los puertos santacruceños, siendo el de Puerto Deseado uno de los más importantes de la Patagonia austral, con su faro en Cabo Blanco, testigo de una historia abigarrada de proyectos adscriptos a un ordenamiento nacional de la mano de hombres y mujeres que ayudaron a construir los cimientos de la cultura local. Actualmente la disponibilidad de guías capacitados favorece la incursión en el desarrollo portuario, su importancia y trascendencia en materia comercial y productiva.

Los colores blancos que pintan los paisajes de Santa Cruz. (Archivo)

Patrimonio común

Puerto San Julián, Puerto Santa Cruz y Puerto Deseado comparten un patrimonio natural que se asienta en la interacción entre dos ecosistemas, marino y terrestre, que se complementan y enriquecen mutuamente confluyendo en una amplia diversidad evidente en la flora y fauna que protege cada una de las áreas protegidas, parques y espacios que promueven el contacto con la naturaleza.

La relación con el mar hace de este sector de la Patagonia argentina un escenario de particular belleza, lleno de peculiares características; la estepa, árida y plana, por momentos parcialmente alterada por pequeñas serranías, culmina abruptamente en profundos acantilados que la comunican directamente con el atlántico.

Esta relación mar-tierra provee rasgos comunes a cada uno de los destinos que integran este corredor turístico: Puerto Santa Cruz atesora un importante valor estepa-costero en su Parque Nacional Monte León; Puerto San Julián provee una magia especial en su Parque Interjurisdiccional Marino Makenke, especialmente a través de la colonia de cormorán gris; y Puerto Deseado enarbola con orgullo poseer la principal colonia reproductiva de pingüinos de penacho amarillo, dando el nombre a este su parque insignia. 

Pero Puerto Deseado posee un recurso que la diferencia: La Ría Deseado; un curso sinuoso de agua marina que se adentra en el continente en 50 kilómetros de longitud. Esta peculiaridad permite una presencia de fauna marina que se asienta en el fondo del lecho que, a su vez, atrae variadas especies perceptibles sobre tierra. Entre ellos: Lobos marinos de un pelo, cormoranes y pingüinos de Magallanes, antes mencionados, que aprovechan los recursos que el mar y los cañadones naturales que lo custodian les ofrecen para alimentarse y protegerse.

Sin dudas “Tres Puertos, Tres Parques” es un corredor que, en pocos días, posibilita el descubrimiento de un mundo natural mágico, que se fundamenta en la relación con el mar. El océano, portador y protector de historias y hazañas, se entrevera en cada localidad en un sentido bidireccional: por un lado, como proveedor de una de las zonas con mayor biodiversidad de la costa argentina; por otro, por su relación con el hombre y la construcción de la historia e identidad local.

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