Parque de la Costa
El turismo aventura por bosques agrestes, en islas entre aguas marrones y cabañas ideales para preparar un asado, se combina con hoteles con spa y gastronomía gourmet en el municipio de Tigre, donde la naturaleza y el desarrollo ofrecen estas y otras opciones.
Pero sin duda hay un espacio ideal para los más pequeños en ese distrito del conurbano bonaerense. Se trata del Parque de la Costa, levantado a orillas de los ríos Luján y Tigre. Entre las 54 atracciones del famoso parque de diversiones se destacan cinco montañas rusas, una pista de karting, La Vuelta al Mundo, una palestra para escalar, autos chocadores, Botes en el Nilo, un carrusel y Tierra de Dinos.
Se puede visitar en las vacaciones en el turno de 9 a 16 o entre las 14 y las 21.
Costo: pasaporte mayor, $ 2.000; menor (hasta 10 años), $ 1.400; tasa municipal, $ 25.

República de los Niños
Este parque de La Plata, inaugurado en 1951, reproduce una ciudad en pequeña escala. Son 53 hectáreas donde se puede recorrer el mini centro cívico pero también disfrutar de juegos al aire libre, un lago artificial y un predio verde donde jugar a la pelota o descansar al sol.
Cuenta con 35 construcciones que representan las sedes de las instituciones públicas, así también como fábricas, comercios, escuelas, capillas e instalaciones deportivas. Incluye la réplica de castillos, palacios orientales y restaurantes.
Todos los días de 7 a 19, mientras se mantiene vedado el acceso a los entretenimientos tradicionales por el coronavirus, el público tiene la posibilidad de disfrutar de este hermoso espacio a cielo abierto y disponer libremente de los juegos de plaza.
Costo: entrada y estacionamiento, gratis.
Tríptico de la Infancia
Rosario es una ciudad hermosa, con un abanico de propuestas para todas las edades, pero donde los menores encuentran lugares para pasar horas sin quejarse. Una de ellas es el denominado Tríptico de la Infancia, que materializa un nuevo modo de pensar la ciudad a través de la creación de tres espacios destinados al juego y la convivencia: La Granja de la Infancia, El Jardín de los Niños y La Isla de los Inventos.
Es un proyecto de acción y transformación social a partir de los chicos para llegar a toda la ciudadanía. Tres espacios públicos con una fuerte impronta estética donde el juego, la imaginación, los múltiples lenguajes y la creación pueden ser recuperados en el aprendizaje y el disfrute, entre chicos y grandes.
Un proyecto dedicado a brindar nuevos paisajes de encuentro, repletos de cruces y desvíos con eventos, congresos, ciclos y trayectos de aprendizaje para todas las ciudadanas y ciudadanos.
Costo: entrada a El Jardín de los Niños o La Granja de la Infancia, $ 40; hasta 4 años, gratis.

Valle del Picapedrero
Decenas de turistas escalan rocas, se deslizan en tirolesas o hacen equilibrio sobre los movedizos puentes tibetanos a diario en el Valle del Picapedrero, sobre la serranía donde hace más de un siglo inmigrantes europeos picaban los adoquines que cubrieron las calles de Buenos Aires y otras ciudades.
La zona de Aurora, Cerro del Águila y Los Corrales, donde hace 2.500 millones de años afloraron esas rocas graníticas del sistema geológico más antiguo del país (la cordillera de los Ande tiene “sólo” 70 millones de años), ofrece a los visitantes la posibilidad de practicar turismo aventura y ecológico.
El Valle del Picapedrero queda a unos 5 kilómetros al oeste de Tandil, y se llega por un camino que parte de la avenida Taborín a la altura del “puente colgante” y desemboca en esta amplia área protegida, donde entre un frondoso verde de árboles bajos surgen los promontorios grises y rojizos del sistema de Tandilia.
Costo: circuito “Tirolesas y puentes tibetanos” para mayores de 5 años (2 hs.), $ 1.500; bautismo de escalada y rappel en roca para mayores de 12 años (2 hs. 30’), $ 1.900.
Paseo entre ballenas
El avistaje de la Ballena Franca Austral en Puerto Madryn es un espectáculo mundial que sorprende a chicos, pero también a grandes. La gran mayoría de los ejemplares están en la zona del Doradillo, cerca de la ciudad, donde es posible apreciarlas desde la costa, y en Puerto Pirámides, donde se los puede ver desde botes.
Respetando el ciclo reproductivo, a partir de junio las ballenas ingresaron a los golfos Nuevo y San José en busca de un lugar de aguas calmas y protegidas, tras haber permanecido durante meses aguas adentro, a la altura de Brasil, alimentándose de krill.
La Ballena Franca Austral es sin dudas la estrella del espectáculo al que se suman elefantes y lobos marinos, pingüinos de Magallanes, delfines, orcas y otras tantas especies de fauna terrestre y flora, conformando una de las atracciones turísticas por excelencia del país.
Costo: los precios oscilan entre $5.250 -hasta el 31 de agosto- para adultos; para menores de 12 años: $ 2.600 y menores de tres años, gratis.