El partido bonaerense de Tigre, en el norte del conurbano, ofrece una amplia gama de opciones para compartir en familia o entre amigos, tales como actividades al aire libre, paseos por el Delta, excursiones, ferias de artesanías y una variada gastronomía, lo que transforma a este municipio en una alternativa para el descanso y la recreación durante todo el año. Pero además, sus aguas guardan una relación única con la literatura argentina. Por allí, perdidos en sus islas, pasaron grandes escritores y aún hoy uno puede encontrar sus marcas.
El viajero puede elegir entre una excursión a medida o recorrer los canales en una de las lanchas colectivas que emplean los isleños para desplazarse en su cotidianeidad. Durante el paseo, puede visitarse un área de islas interconectadas por puentes y caminos, acercarse a una casita blanca protegida por una gigantesca urna de cristal que fue propiedad de Domingo Faustino Sarmiento en el siglo XIX, visitar las casas de Haroldo Conti en Arroyo Gambado y la de Rodolfo Walsh sobre el río Carapachay, además de comer en un típico restaurante ribereño o pasear sin rumbo fijo entre espléndidos sauces llorones.
Pero por su laberinto de islas, uno de los más grandes del mundo, también pasaron grandes nombres de la literatura argentina, desde Jorge Luis Borges a Manuel Mujica Láinez, de Victoria Ocampo a Horacio Quiroga, de Oliverio Girondo a Roberto Arlt, que lo inmortalizó a través de una de las “Aguafuertes del Delta”.
La Casa Museo Sarmiento, es un lugar que mantiene viva la historia del Delta. Para llegar a la casa del escritor, estadista y educador sanjuanino es preciso embarcarse en una lancha en la estación fluvial de Tigre. En veinte minutos de viaje se llega a lo que fue la residencia de fin de semana del prócer. La casa se encuentra actualmente rodeada de cristales, instalados por la Municipalidad de Tigre en 1996, cuando se hizo cargo de la refacción de la edificación. Esta construcción de tres salas, declarada monumento histórico provincial, es pequeña. No así el parque que la rodea. La casita edificada sobre pilotes posee dos habitaciones y una sala principal donde se pueden ver el mobiliario perteneciente al ex presidente argentino: su cama, una colección de fotos y un pintoresco cuadro del barco de vapor Talita, en el que el prócer llevaba a autoridades y amigos a conocer el Delta.
Leopoldo Lugones describía la isla que tenía Sarmiento en el Delta y cuenta que el sanjuanino pasaba días remando en su canoa inglesa, estudiando y hasta explorando la vegetación. Y justamente Lugones tiene otro vínculo, aunque trágico, con esta zona. Historias de amor y sombras familiares rodean la muerte de éste escritor argentino, que en febrero de 1938, se quitó la vida con cianuro en una habitación de una hostería del Delta. Se trata de El Tropezón, inaugurada a principios de 1928 y que ya cerró sus puertas, aunque muchos curiosos eligen pasar por allí para intentar entender el por qué del pionero de la ciencia ficción en la literatura argentina.
Otro escritor íntimamente ligado a la región fue Walsh, quien escribió la famosa crónica Claroscuro del Delta. Una de las casas del escritor de Operación Masacre, “El Edén”, sobre el río Carapachay, es hoy una propiedad privada cuyos dueños rinden homenaje al escritor y su última pareja con una placa y dos árboles que llevan sus nombres. A “El Edén”, nombre actual de la casa, se ingresa por un muelle y una pérgola como un túnel vegetal de enredaderas y flores colgando hasta el suelo. La casa no es un museo pero los anfitriones le cuentan la historia a quien pase por casualidad frente a su galería con cuatro columnas por donde trepan las plantas y anidan colibríes.
Más recientemente, el Delta fue el gran escenario de Conti en su novela Sudeste, y amigo justamente de Walsh. La casa del escritor, cercana a la estación fluvial de Tigre, preserva libros, instrumentos de navegación y otros objetos de Conti, que fuera secuestrado y desaparecido en 1976 por la última dictadura argentina. Al refugio se llega con la lancha colectiva y luego de una larga caminata bordeando la isla encerrada por el arroyo Gambado, el río Sarmiento y el canal Buenos Aires. El museo posee dos espacios destinados al conocimiento de su vida, sus ideas y sus textos: el Rincón del Escritor y la Biblioteca de la Memoria. En el primero se puede apreciar como quedaron sus cosas, gracias a los amigos y vecinos que cuidaron la vivienda y sus pertenencias durante años. Objetos cotidianos de su vida en la isla, instrumentos de navegación y libros que pertenecieron a él. En tanto que en la biblioteca pueden hallarse ejemplares de su obra completa, entre otros libros y publicaciones que se pueden consultar.