Entre fines de los años 60 y principios de los 70 se respiraban aires de libertad en la vieja Europa y muchos jóvenes comenzaron a viajar por todo el mundo. Para los hippies lo más importante era desvincularse de la sociedad burguesa, probar drogas y pasarlo bien, en libertad. Fueron muchas las ciudades elegidas a lo largo del mundo por este movimiento que se extendió hasta nuestro país. Bien porque protagonizaron momentos muy sonados y son un mito, bien porque se han sabido reinventar, o simplemente porque buscan legados similares a los de aquellos años, hay destinos hippies que siguen marcando tendencia.
IBIZA
La isla española es un clásico que ha sabido reinventarse desde que llegaron los primeros hippies en los 60, años en la que se instaló una filosofía bohemia caracterizada por la fiesta y la vida nocturna. Está claro que hoy lo bohemio convive con los amantes de la música tecno, y eso también se ve en la vestimenta. Entre los recuerdos pero que aún en la actualidad dicen presente está la visita al mercadillo de las Dalias, para abastecerse de toda la imaginería hippie, o alojarse en Santa Gertrudis, un precioso pueblo blanco en el centro de la isla, perfecto para disfrutar de su verdadero espíritu y esquivar a los cuatro millones de turistas que recibe anualmente la isla. Asimismo, existen playas nudistas y grandes eventos festivos que constituyen una reminiscencia a la auténtica época hippie.
CHRISTIANIA
La Ciudad Libre de Christiania es un espacio de autogobierno ubicado en Copenhague y autoproclamado independiente de Dinamarca y con sus propias normas con respecto al consumo de estupefacientes. Se trata de un antiguo cuartel militar, ocupado en los 70 por un puñado de hippies con una filosofía anarquista y alternativa, hoy intenta reinventar su futuro y convertirse en una ecometrópoli dónde reine la calma y viven unos mil vecinos. Su espíritu libre, sus parques, las llamativas viviendas y el estilo de vida de sus habitantes son razones más que suficientes para haber convertido este lugar en uno de los más visitados y famosos de la capital.
EL BOLSÓN
En plena frontera con Chile, el Bolsón destaca por su inconfundible aire de salvaje oeste, pero en versión latina. Declarado municipio ecológico y zona antinuclear, es un imán para los buscadores de aventuras. Esta ciudad de la provincia de Río Negro, atesora paisajes únicos por su belleza, con ríos, lagos y arroyos bordeados de bosques nativos. Cuando uno llega a esta región, queda atrapado por su famosa feria artesanal, una de las más importantes de Sudamérica, y que aún hoy tiene participando a decenas de sus fundadores de la década del 70. En esos años representaba un espacio apartado y marginal, dos características que tentaron a los hippies argentinos que se trasladaron en gran número con el regreso de la democracia.
AREMBEPE
La aldea hippie de Arembepe, en Salvador Bahía, Brasil, se hizo famosa tras el paso de Mick Jagger, hace 50 años, y se convirtió en santuario del movimiento de la contracultura. Situado entre las dunas que separan el mar del río Capivara, el lugar cuenta actualmente con muy pocas casas y habitantes, quienes rechazan cualquier símbolo que remita al modo como se rige el mundo en cuanto a sus leyes del consumo. Y aunque lejos de los ideales hippie de los años 60, sigue siendo un caserío que se resiste a alterar el paisaje. Apenas hay improvisadas zonas por donde caminar, y la electricidad, se resiste a llegar por voluntad propia.
GOA
Goa, la aldea de Anjuna, es el estado más pequeño y también más hippie de la India. Fue descubierta en los 60 por los hippies, freaks y exploradores de la conciencia psicodélica y religiosa de la época. Antes de que las playas como la de Anjuna se llenaran de raves, se celebraban fiestas los días de luna llena. Aunque lo que se escucha ya no es folk sino electrónica, la atmósfera hippie se perpetúa hasta la actualidad, y se mezcla con el exotismo espiritual de la India. Hoy, como hace cuarenta años, miles de viajeros de todo el mundo se dan cita en una noche loca de música en directo y, a veces, con bastantes excesos.
SAN FRANCISCO
La “ciudad de la bahía” y del famoso puente Golden Gate sigue siendo la más bohemia y cosmopolita de Estados Unidos y sin duda una de las más permisivas para hacer el hippie o cualquier otra tribu urbana de carácter alternativo. Fue concretamente en el barrio de Haight-Ashbury donde se inició el movimiento hippie y donde todavía puede respirarse en el ambiente esta filosofía y visitar las casas multicolores, las tiendas vintage, locales con música en vivo o los puestos de vinilos. Los hippies del histórico movimiento “flower power” de 1967 ya dejaron atrás sus años de juventud, pero siguen existiendo.
KATMANDÚ
La capital de Nepal fue la meca hippie durante los años 60 y 70. Los europeos viajaban hasta Katmandú seducidos por la droga legal y barata. Hoy lo hacen por lo que consumen los turistas son sus famosos shakes frutales. Los hippies encontraron en Katmandú allí un lugar tranquilo, lleno de paz y lejos de la represión que oprimía el resto del mundo. La calle Jochhen Tole, apodada como Freak Street o la calle de los raros tiene los últimos resquicios de lo que en su día fuera una verdadera ciudad de hippies. Obviamente hay que ir con expectativas moderadas, porque el movimiento ya no es lo que fue hace 50 años.