viernes, 6 diciembre, 2024
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Budapest a fondo

El Danubio divide y une a la vez a la ciudad húngara de Budapest, que hasta 1873 estaba dividida en tres: Obuda, Buda y Pest. Con una cara formal, centroeuropea, clásica y elegante, y otra menos convencional, llena de gente joven, propuestas culturales de vanguardia, restaurantes a la última y lugares que el turista no espera, es uno de los destinos europeos que siempre está a mano. 

Situada en un lugar privilegiado, fue objeto de continuas invasiones a lo largo de la historia. Fue celta y romana, otomana y austro húngara, musulmana y cristiana con una importante presencia judía. Ha vivido momentos de esplendor en los siglos XIX y XX, pero también sufrió la destrucción como en 1945 y, en parte, durante la invasión soviética de 1956 tras intentar el gobierno de Imre Nagy un “socialismo en libertad”.

1.- Castillo de Buda

También conocido como Palacio Real, tiene más de siete siglos de antigüedad. El contorno del castillo está rodeado de estrechas calles que nos sumergen en una atmósfera única y que nos lleva para conocer la colina donde se fundó Buda. También en el Barrio del Castillo se puede visitar los laberintos subterráneos, que llegan a medir 10 kilómetros. Hay dos formas de llegar al Palacio: por un funicular que recorre unos 95 metros con un paisaje increíble, o la económica que es caminar por la cuesta que hay junto al funicular o por las escaleras que suben desde el Puente de las Cadenas. Actualmente alberga el Museo Historia de Budapest, la Biblioteca Nacional y la Galería Nacional, con su amplia panorámica del arte húngaro desde el medievo.

El Castillo de Buda es uno de los máximos atractivos para los turistas. (Archivo)

2.- El Parlamento

Construido entre 1884 y 1902, el Parlamento de Budapest fue la obra más grande de su época. De estilo neogótico, consta de 691 habitaciones y tiene unas dimensiones de 268 metros de longitud y 118 metros de anchura. Es el tercer parlamento más grande del mundo después del de Rumanía y el de Argentina. En sus interiores guarda el tesoro real con la corona llamada de San Esteban, y su peculiar cruz inclinada que recoge el escudo nacional. La visita nos permite conocer la sala de la Cúpula, donde se exponen diversas estatuas de los reyes de Hungría.

3.- Los balnearios

Con unos 2 millones de habitantes, la ciudad es popular en el mundo por los balnearios de aguas terapéuticas. Tiene decenas de manantiales, tanto naturales como artificiales. Algunos de los más famosos son los balnearios Gellert, Rudas, Kiraly y Széchenyi. El más famoso es el de Gellert, aunque por su conservación si hay que elegir uno el recomendado es Széchenyi, uno de los más grandes de Europa. Con su arquitectura neobarroca, uno tiene la sensación de estar bañándose en un palacio. Tiene 15 piscinas, 3 grandes al aire libre en las que llama la atención ver a la gente jugando al ajedrez dentro del agua, incluso en invierno, cuando todo está nevado.

La ciudad es popular en el mundo por los balnearios de aguas terapéuticas. (Archivo)

4.- Basílica de San Esteban

Símbolo de la identidad nacional religiosa y uno de los edificios más grandes del país, la basílica está dedicada al primer Rey de Hungría, Esteban I, que vivió en el siglo X y en cuyo interior se encuentra su brazo derecho, una importante reliquia en Hungría. Su base mide 55 metros de ancho por 87 metros de largo y la altura de la cúpula son 96 metros. Dicen que podría albergar en su interior a unas 8.500 personas. Durante la Segunda Guerra Mundial muchos documentos importantes y obras de arte fueron almacenados aquí debido a lo robusto de sus muros. En su interior se celebran frecuentemente conciertos de música clásica.

5.- Navegar por el Danubio

Pasear por el Danubio arriba de un crucero es una de las mejores maneras de conocer y disfrutar de la historia y naturaleza de la ciudad. Si bien hay varios recorridos para hacer, lo ideal es transitarlo de norte a sur cruzando los cinco puentes más famosos de Budapest y pasando junto a los edificios más representativos. Así se puede disfrutar del paisaje de colinas, viñedos, castillos y aires medievales.

Construido entre 1884 y 1902, el Parlamento de Budapest fue la obra más grande de su época. (Archivo)

6.- Mercado Central

Conocido también como la Gran Sala del Mercado, fue el más grande de los cinco que se construyeron hacia el siglo XIX para poder controlar la calidad de los alimentos que comía la ciudadanía. Hoy el mercado vende productos típicos de Hungría, comida, artesanías, entre muchos otros.  Es un lugar auténtico donde adquirir productos gastronómicos típicos (pimentón, Tokaji, caviar), así como artículos autóctonos y turísticos como cuadros, muñecos, vasos o tableros de ajedrez.

7.- Ópera de Budapest

Ubicada en el número 22 de la avenida Adrassy, el Teatro de la Ópera cautiva con su apariencia neo renacentista vienesa, al más puro estilo secesión. Inaugurado en 1884, es uno de los grandes edificios de ópera europeos y con su forma de herradura constituye una de las mejores acústicas del mundo. Cuenta con 1.261 asientos, hay espectáculos musicales prácticamente todas las noches.

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Cuánto cuesta

Los vuelos desde Buenos Aires a Budapest arrancan los US$ 900. Un paquete para dos personas con vuelos y hotel para una semana ronda los US$ 4000. La ciudad es una de las más económicas de Europa para comer: una cena para dos personas, sin vino, está US$ 15.

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