Viña del Mar, famosa por tener el “Festival de Festivales”, es una ciudad chilena construida entre edificios enormes y modernos, con playas con su agua más bien fría, pero que suele atraer a turistas de todo el mundo.
La denominada “Ciudad Jardín”, nombre que deriva de sus áreas verdes, atrapa gracias a su larga costanera con innovadores espacios para el deporte al aire libre, la recreación y la gastronomía. Entre sus principales atractivos turísticos cuenta con diversas playas que son bañadas por las aguas del Pacífico.
En este sentido, el sector de Reñaca, principal balneario, posee una importante infraestructura para recibir al turista. Además, es el lugar elegido por jóvenes (y no tanto) que apuestan por una vida dinámica vida nocturna, gracias a sus bares, restaurantes y discotecas. Y, además, en plena plaza Colombia, está el Casino, en una construcción elegante de 1930 que reúne cada noche a miles de viajeros.
Otro atractivo y que es un clásico fotográfico es el Reloj de Flores inaugurado en 1962 y que se encuentra frente a Caleta Abarca, en el camino que conecta la zona con Valparaíso y el Muelle Vergara, desde donde puede observarse la bahía como un mirador.
Su mecanismo es impulsado por control eléctrico accionado por pesas lo que facilita su regulación. Los punteros y el minutero son de bronce y miden un poco más de 3 metros, cada uno. La mantención se realiza en forma permanente y el cambio de las especies florales se efectúa cada unos tres meses.
