Misiones se caracteriza por sus caídas de agua, y el Salto Encantado, no es la excepción. Es uno de los saltos más impactantes de la provincia, ya que el agua cae desde 64 metros de altura. Es el mayor atractivo del Parque Provincial que lleva su nombre y protege 13.227 hectáreas de selva. Queda a 140 kilómetros de Posadas y a 6 de la localidad de Aristóbulo del Valle.
Esta reserva se destaca como un polo de singular atracción para el turismo ávido de naturaleza, ya que propone y facilita el contacto con las maravillas de su tierra y ofrece un abanico de alternativas para disfrutar al aire libre.
El Salto Encantado es la vertiente natural del arroyo Cuña Pirú, que atraviesa el área natural protegida, flanqueado por asombrosos precipicios de exuberante vegetación. Entre los trinos de las especies de pájaros que habitan esta selva virgen, el viajero seguirá su sentido hasta arribar al torrente de agua precipitándose.
Una serpenteante escalera de 375 escalones permite bajar hasta el pie de la cascada, lugar en que el sonido del alud de agua es aún más fuerte. Matices de colores se fusionan en el parque, bañados por la bruma que emerge del salto, en esta selva que los guaraníes llaman “Ivirá retá”, la tierra de los árboles.
Las imponentes guayubirás, donde anidan tucanes y carpinteros, parecen tocar el cielo, mientras helechos, musgos y hongos cubren el suelo, a manera de una heterogénea alfombra viviente. La palmera pindó, con su fruto parecido a un caramelo, es el dulce preferido de ardillas y monos. Lapachos desperdigados a granel dejan caer sus hojas para dar lugar a ramilletes de flores fucsias y amarillas, simulando pinceladas de colores en medio del frondoso manto verde.
Bajo la sombra de estos gigantes se encuentran especies que dan alimento a aves y mamíferos, tal el yacaratiá, con sus frutas amarillas y carnosas, y la yaboticaba. Con sus amplias hojas buscando el sol asoma el güembé, atrayendo con su particular fruta a bulliciosos loros. A través de diferentes senderos en deck es posible entrar en la selva para despertar los sentidos y vivir una mágica experiencia al cobijo de la frescura del monte.
El parque conforma uno de los 25 AICAS (Áreas Importantes para la Conservación de las Aves), de la provincia ya que gracias a su abundante vegetación, es refugio de muchas especies, entre las que se encuentran las cinco variedades de tucanes: Grande, Pico Verde, Arasarí Fajado, Arasarí Chico y Arasarí Banana. Otros cuatro saltos y cascadas complementan la aventura, a las que se accede por senderos agrestes, algunos más largos y dificultosos, como el que conduce a Salto la Olla y a la Cascada del Picaflor.
El parque ofrece todos los servicios para comodidad del visitante: dispone de un maxi kiosco en el que se puede obtener desde agua caliente para el mate, hasta elementos de primeros auxilios; un puesto de venta de artesanías locales; y sanitarios que se destacan por su limpieza y equipamiento. El restaurante del predio, con una espectacular vista al cañadón del Salto Encantado, brinda al turista la posibilidad de disfrutar exquisitos platos típicos, mientras disfruta del entorno selvático incomparable.
El servicio de información turística se encuentra disponible en todo momento y su personal especializado trabaja con esmero para que el visitante pueda elegir, entre los recorridos posibles, el que más se adapte a sus gustos y posibilidades, tanto físicas como de disponibilidad de tiempo.
Cómo llegar
Desde Posadas se llega tomando la Ruta Nacional N° 12 hasta Santa Ana, luego la Ruta Provincial N° 103 hasta Oberá y, finalmente, la Ruta Nacional N° 14 hasta tomar la Ruta Provincial N° 220 a la izquierda por 3 km. O bien por ruta Nacional 7.