Martino Wines es una bodega de espíritu inquieto y curioso que hace vinos para disfrutar y compartir. Ahora va por más y decidió abrir un nuevo restaurante en su bodega que data de principios de 1900.
“Hoy no se trata solo de conocer una bodega y probar solo vinos de calidad, se trata de vivir una experiencia de placer alrededor del vino”, plantea Fernanda Martino, de Martino Wines.
Así, Martino Wines lanzó una experiencia enogastronómica completa: turismo, vino y gastronomía en un espacio de placer descontracturado, amigable y a solo 20 minutos de la ciudad de Mendoza.
“Visitar una bodega, alguna vez, fue solo para conocer el lugar donde se elabora el vino; ahora es un destino para conectarse y ser parte de nuestra tierra, gente y cultura”, agrega Martino.
Martino Wines elabora vinos de perfil europeo explorando y revalorizando cepas inusuales en Argentina, además de Malbec, como Pedro Ximenez, Sangiovese, Garnacha, Petit Verdot, Cabernet Franc, un rosé de Merlot y Pinot Noir y el más reciente lanzamiento, un Marselan, uva hija del Cabernet Sauvignon y Garnacha tinta, haciéndolos protagonistas de vinos premium.
El restaurante, liderado por el cocinero Lucas Olcese y su equipo, cuenta con un salón central, una galería exterior integrada y un amplio parque arbolado contiguo a la bodega, disponiendo también de mesas compartidas y un living, una tendencia instalada en Europa que incentiva a que la gente comparta una comida, una charla, quedándose horas alrededor de las ya conocidas mesas comunales.
La bodega está abierta al público de miércoles a domingos en tres turnos durante la mañana y días feriados, con una duración de recorrido de una hora a hora y cuarto, dependiendo la experiencia elegida. El restaurante, en tanto, abre solo los mediodías de jueves a domingos y estará disponible para eventos privados y reuniones corporativas.