El helado dejó de ser un producto exclusivo del verano, desde hace varias décadas se empezó a consumir durante todo el año y los maestros heladeros bonaerenses se vieron desafiados a trascender los límites del sabor, muchos reversionaron los clásicos y otros crearon gustos absolutamente exóticos.
“El helado artesanal, al igual que una buena comida casera, depende fundamentalmente de la calidad de sus ingredientes y si a eso le sumas pasión la elaboración no puede fallar”, afirmaron desde la icónica heladería “Real” de Campana -IG: @heladeria_real- que debe su nombre al antiguo camino que pasaba por allí.
En 1956 Santiago, más conocido como “Bocha”, y Olga Inchausti le pusieron sabor a los paseos y a las tardes de los campanenses, transformando este lugar en la parada obligada para toda la familia.
Desde la “Real” sostienen que los gustos clásicos y sus nuevas versiones son los más requeridos por los consumidores. Entre los elegidos están el dulce de leche, en sus variantes super y granizado, el chocolate “Real”, lleno de crocante, y el super sambayón. “Son imbatibles pero cuando el calor agobia los frutales pasan al frente”, aseguró Bocha.
“A los argentinos nos cautiva más el dulce de leche, la crema de vainilla o el chocolate lleno de cositas para masticar”, opinó el maestro de los manjares dulces.
En momentos de creatividad realizaron preparaciones exóticas como cremas a base de palta, jengibre o frutas brasileños como guayaba y papaya o acai, de todos ellos solo el maracuyá cruzó el mostrador para comercializarse ya que “muchas veces se elaboran por el solo placer de crear sabores”. También hay otros inspirados en postres o tortas como marquise y selva negra, que deleitaron el paladar exigente del público campanense.
Con sus historias y anécdotas los clientes forman parte de la vida de la heladería, aún recuerdan al folklorista Jorge Cafrune quien todos los domingos llegaba desde Los Cardales, partido de Exaltación de la Cruz, a buscar el postre para su hija Yamila. Este comercio tradicional recibió la “Orden de Campana”, un reconocimiento a su trabajo, compromiso y pasión en su actividad.