En las costas del canal de Beagle y enmarcada por la cadena montañosa del Martial, Ushuaia, la ciudad más austral del mundo es un destino perfecto para visitar en cualquier época del año. Más allá del famoso centro invernal en el Cerro Castor y los picos nevados que conforman la típica postal en invierno, sus paisajes de gran belleza natural la convierten en un lugar único para disfrutar durante el verano en pareja, entre amigos o en familia. Y una buena oportunidad, para los más aventureros, es tener una experiencia en actividades de deporte extremo.
La navegación en catamarán por el Canal Beagle, la visita en micro o en auto al Parque Nacional Tierra del Fuego, el recorrido en el Trencito del Fin del Mundo o la caminata guiada por los pabellones del ex Penal de la ciudad, constituyen gran parte de las atracciones más elegidas.
Sin embargo, existen alternativas menos exploradas que van desde la práctica del buceo en las aguas frías del Beagle, hasta cursos de iniciación en escalada y trekking más extensos que los convencionales para llegar hasta montañas, glaciares y lagunas de una belleza difícil de encontrar en otras latitudes.
Una posibilidad es la de practicar buceo “recreativo” e incluso hacer el bautismo de esta actividad en las costas heladas de la bahía de Ushuaia. La temperatura del agua (que oscila entre 4 y 10 grados) no es un obstáculo porque se utilizan trajes secos que permiten una experiencia agradable.
Otra experiencia diferente para los turistas consiste en iniciarse en la escalada en roca, que puede practicarse en palestras artificiales y en escenarios naturales ubicados cerca de la ciudad. Para los que no se dedican habitualmente a esta práctica, hay breves cursos intensivos de dos o tres días.
Salir a caminar
El trekking también es una de las actividades más tentadoras en los alrededores de Ushuaia, aunque por fuera de los senderos clásicos, como Laguna Esmeralda o Bahía Lapataia (dentro del Parque Nacional) hay otros más extensos y complejos que llevan hasta lugares únicos y muy poco conocidos.Uno de estos destinos es el de las lagunas de Las Aves y Torres del Río Chico, ubicadas en la sierra Vinciguerra.
El recorrido comienza por una senda ubicada dentro de la misma ciudad (conocida como camino a la Cascada de los Amigos) en la zona alta del casco céntrico, continúa por allí unos 4 kilómetros y luego gira para cruzar un pequeño curso de agua y luego el río Chico, para extenderse otros 10 kilómetros entre bosque fueguino, turbas y castoreras hasta llegar a la Laguna Halcón, también conocida como Laguna Brasil por los colores azul y amarillo de sus aguas.
En esa zona conocida como Paso de las Aves, también se encuentran una serie de lagunas en zona de pedrero a más de 600 metros de altura, y las llamadas Torres del Río Chico, tres formaciones de entre 1228 y 1279 metros de altura que por sus características fueron bautizadas como “El Chaltén fueguino”. En total son 30 kilómetros de caminata ida y vuelta, llegando hasta la base de las torres.
Otro trekking extremo es a la laguna del Monte Cinco Hermanos, una de las montañas que se aprecia desde el centro de Ushuaia, pegada al famoso Monte Olivia. La laguna es poco conocida y además de su singular belleza tiene una particularidad: desde allí puede observarse el Glaciar De Agostini y tener una vista única de la ciudad.
El sendero parte del camping Kawi Yoppen, ubicado a unos 2 kilómetros de Ushuaia, y pasa por la cascada Velo de Novia. Para llegar a la laguna se deben recorrer unos 10 kilómetros (entre ida y vuelta) con un desnivel cercano a los 800 metros, por un camino sencillo al principio y con pendiente muy pronunciada al final.
Por su parte, las lagunas de Torres del Rhino y Glaciar Los Vascos también son destinos de aventureros en las proximidades de Ushuaia. Están ubicadas en la Sierra Alvear y, lo más llamativo, es que se encuentran una al lado de la otra, pero sus colores son muy diferentes: La de Torres del Rino es de un azul intenso mientras que la de Los Vascos es verde claro. Todas las formas de acceso son complejas y la más común es la del Paso Beban, con unos 22 kilómetros de caminata (ida y vuelta) y un desnivel de 1000 metros.
En todos los casos, las autoridades aconsejan realizar estas caminatas en compañía de guías expertos, con calzado y ropa técnica y con provisión de alimentos y equipamiento de montaña.