Mar Chiquita es un partido generoso en paisajes, sus balnearios matizan aguas dulces y saladas con la fértil llanura y sus localidades, tanto costeras como mediterráneas, nos invitan a disfrutar de la gastronomía y la tradición. Una buena escapada para hacer en territorio bonaerense y que tiene muchos atractivos por conocer.
Entre ellos está la Reserva Mar Chiquita, uno de los espacios naturales con mayor variedad de fauna y biodiversidad. Dueña de la única albúfera del país, donde diferentes tipos de aves, peces y mamíferos hacen su arribo año tras año, la reserva natural reúne el mar, la playa, las dunas y el pastizal, que hacen de este espacio un lugar único.
El término albúfera, describe un accidente geográfico que se da en algunas partes del mundo, y que reúne determinadas condiciones que lo definen de ese modo: es una laguna litoral de agua salada, separada del mar por un cordón de arena, aunque comunicada a él por uno o más puntos. Al ser espacios llenos de diferentes especies, y con abundante vegetación acuática, así como fauna ictícola, se presenta como una región rica en distintos ecosistemas que conviven entre sí. El único ejemplo de esta región en el país, se encuentra en la Provincia de Buenos Aires, dándole una característica privilegiada a Mar Chiquita, ya que las albúferas no son muy corrientes en el mundo.
Además, es una parada obligada de las aves migratorias para descansar y alimentarse, tanto para las que vienen del norte como las que arriban desde la Patagonia. Esto le otorga a la región más de ciento ochenta variedades de especies, contando residentes y migratorias. Entre las aves de pastizal, el ñandú, el chajá y el halcón son quienes destacan, mientras que en el sector de la laguna podrán encontrar garzas, cisnes de cuello negro y flamencos.
Pero las aves no son las únicas presentes en esta reserva. Entre las especies ictícolas conocidas como estuario-dependientes (aquellos que viven en el mar, pero depositan sus huevos en la laguna, buscando protección y alimento para las crías), el pejerrey, el lenguado y la liza abundan. También es posible encontrar mamíferos como zorros y liebres.
También se encuentran los cangrejos, los cuales cumplen la función de bio ingenieros y constructores de la red subterránea de cuevas que se conoce como cangrejales. Aquí es donde el turismo y la educación se conjugan de la mano de las y los guardaparques, para abordar una dimensión pedagógica en la reserva.
Cómo llegar
La Reserva tiene varios puntos de acceso, ya sean por la ruta, la entrada principal de Mar Chiquita, o por la costa. En el margen oeste de la albúfera, se encuentran dos recreos pesqueros privados (Juan y Juan – San Gabriel) donde se puede pasar el día, y tienen su ingreso por los canales 5 y 7, sobre Ruta 11.
El ingreso por la costa, puede realizarse por lo que se conoce como Boca de Albúfera y también por el balneario lindante, Parque Mar Chiquita. El ingreso por la entrada principal consta de una oficina que funciona como centro de interpretación de la naturaleza y atención al visitante. Allí, guardaparques y personal municipal trabajan en conjunto y brindan información al turista, con videos educativos y durante la temporada se realizan visitas guíadas por la albúfera.