Los viajeros no son todos iguales, por eso podemos hablar de diferentes clases: Cada una de ellas tiene sus propias particularidades.
Turistas aventureros
Son aquellos turistas que aman la adrenalina y las emociones extremas. Los turistas aventureros se van de viaje con el objetivo de realizar diferentes actividades que impliquen un contacto directo con la naturaleza, donde puedan explorar y realizar deportes extremos.
Turistas culturales
En este caso los turistas emprenden un viaje para realizar las diferentes actividades culturales que ofrece un determinado lugar. El objetivo es aprender algo nuevo y empaparse con la cultura del lugar, conociendo su historia y sus principales costumbres.
Turistas gastronómicos
Los turistas gastronómicos son apasionados por la comida y la cultura culinaria de un determinado lugar por eso todo su itinerario gira en torno a la gastronomía: visitas a mercados, tiendas y fiestas populares. El turismo gastronómico está dirigido a los amantes del buen comer, a los profesionales de la gastronomía y a todo aquel que esté dispuesto a vivir una aventura culinaria diferente y a explorar nuevos sabores.
Turistas de compras
Dentro de esta clase encontramos a aquellos turistas que eligen el destino de sus vacaciones de acuerdo a las experiencias de compra que ofrece el lugar. Las compras constituyen una de las principales motivaciones de este tipo de turistas. Generalmente el turismo de compras está determinado por los buenos precios o la variedad de productos que se ofrecen en el lugar de destino.
Turistas convencionales
En este grupo encontramos a las personas que organizan un viaje con el objetivo de descansar y realizar actividades recreativas. Generalmente los turistas convencionales eligen las playas como principal opción de destino, y contratan paquetes turísticos que incluyen transporte, hospedaje y ofrecen diferentes medios de entretenimiento y diversión.