La siempre activa y colorida ciudad de Nueva Delhi es la capital de la India y es famosa por sus bulevares amplios y bordeados por árboles, así como por importantes edificios gubernamentales. A lo largo de su pasado, la ciudad fue destruida y reconstruida en varias ocasiones, motivo por el cual adoptó una amplia gama de estilos arquitectónicos que reflejan la rica historia multicultural de esta fascinante urbe.
Sin duda, los viajeros que llegan hasta allí se sienten atraídos por el famoso Taj Mahal, un monumento funerario construido a mediados del 1600 en la ciudad de Agra. Pero en Nueva Delhi, la capital desde 1911, se respira un aire diferente. Allí hay que tomarse un tiempo para conocer el Palacio Presidencial (Rashtrapati Bhavan), donde se pueden ver los contrastes de los estilos arquitectónicos británico e indio, una mezcla que hallarás con mucha frecuencia en toda la ciudad.
Con calma, hay que visitar y explorar los numerosos jardines mogoles repartidos por toda Nueva Delhi. Su diseño islámico está influenciado por los hermosos jardines de la antigua Persia. La distribución de estos espacios suele ser en líneas rectas y normalmente incluyen estanques, fuentes y corrientes de agua.
También hay que dirigirse a la Tumba de Humayun para ver un ejemplo clásico de paisajismo mogol. Hay senderos que dividen el jardín en céspedes cuadrados, con riachuelos y corrientes de agua que representan los ríos del paraíso islámico.
