MOJITO
En esta idla del Caribe, hacia el siglo XVI sir Richard Drake solía consumir aguardiente con azúcar, limón y menta. A esta bebida se llamó Draque, al menos hasta mediados del siglo XIX cuando se mudó al nombre Mojito. De origen cubano, es uno de los tragos más elegidos en las playas argentinas para el verano, aunque también suele compartirse con amigos en la pileta. La Bodeguita del Medio, un bar muy tradicional de La Habana, fue la encargada de popularizar esta deliciosa bebida fresca con ron. Un clásico para tardes o noches calurosas con los amigos y que solía tomar el escritor Ernest Hemingway.
Es muy fácil de realizar y según el gusto de cada uno se puede hacer más o menos dulce. Además, se puede elaborar de distintos sabores y es muy sabroso. Si te gusta el sabor del mojito pero no puedes beber alcohol, también cabe la posibilidad de hacerlo añadiéndole gaseosa lima limón en lugar de ron.
Ingredientes: Ron blanco, azúcar moreno, lima, hielo pilé y menta (si lo quieres hacer de distintos sabores añádele también un poco de fresa batida o mango por ejemplo).
DAIKIRI
El cóctel cubano fue inmortalizado mundialmente, al igual que el Mojito, por el escritor norteamericano Ernest Hemingway, quien vivió en la isla hasta y era un cliente fijo del Bar-Restaurante El Floridita, situado en el casco histórico de La Habana. Sin embargo, el origen del Daiquiri se remonta a finales del siglo XIX y existen dos versiones de su origen.
Cualquiera que sea la procedencia, el cóctel se puso de moda en la barra del hotel Venus de Santiago de Cuba, a donde por las tardes acudían a beberlo cubanos y norteamericanos. Más tarde Emilio González cantinero de origen español, llevo la fórmula del cóctel al hotel Plaza en La Habana. Fue entonces cuando el dueño del famoso El Floridita llamado Constantino Ribalaigua Vert o Don Constante lo inmortaliza.
Ingredientes: jugo de limón, azúcar, ron blanco, hielo molido.