CACHI
La apacible Cachi se caracteriza por sus paisajes teñidos de rojo por los cultivos de hortalizas, legumbres y pimientos. El pueblo, con sus calles angostas de piedra, casas de típico estilo colonial de madera de cardón, adobe y pisos rústicos, mantiene intactas sus costumbres ancestrales, entre las que se destacan los tejidos en telar, la fabricación de cerámicas y las comidas regionales.
La Iglesia San José, frente a la plaza central y que en 1945 fue declarada Monumento Histórico Nacional, es una de las más interesantes muestras de la arquitectura colonial. El sitio arqueológico La Paya, a 12 kilómetros del centro, es otro imperdible del circuito porque en un espacio de casi seis hectáreas todavía conserva las primeras construcciones de los incas.
El museo arqueológico Pío Pablo Díaz, con miles de piezas de la cultura aborigen, es el principal atractivo de esta población rodeada de montañas de más de 5.000 metros con sus picos nevados, entre los que sobresale el Nevado de Cachi.
En torno a este pueblo calmo se pueden disfrutar de parajes de increíble belleza, como El Algarrobal, Cachi Adentro y San José. Pero Cachi también ofrece actividades como cabalgatas, senderismo, montañismo y excursiones, entre otras, y en enero se realiza el tradicional Festival de la Tradición Calchaquí, que reúne a importantes artistas folclóricos.
PUERTO DESEADO
En la costa patagónica, Puerto Deseado, se ubica en la margen norte de la ría Deseado, donde el océano se sumerge dentro del continente durante 42 kilómetros, donde se muestra en todo su trayecto una gran riqueza faunística que, durante las travesías náuticas abre un sinfín de atractivos para los amantes de la naturaleza en estado puro.
En este sitio de Santa Cruz, que cautiva con sus riquezas naturales y culturales y su biodiversidad en áreas protegidas, se pueden avistar pingüinos, toninas, lobos marinos y gran variedad de aves, además de visitar lugares con ancestrales pinturas rupestres.
Las excursiones permiten descubrir los secretos de la ría y del mar, pues la Isla Pingüino es la estrella de las travesías ya que aquí recala el pingüino de penacho amarillo para reproducirse y convive con una colonia de pingüinos de Magallanes y lobos marinos que rodean al Faro centenario de la isla que aún en ruinas, permiten deslumbrar su especial pasado.
Además, posee historias de navegantes que atrapan al visitante, como la del Campamento Darwin, ya que fue allí donde Charles Darwin acampó en 1833 cuando realizó una expedición por la Patagonia, en el marco de un paisaje maravilloso, considerado como “el lugar más aislado del mundo”, tal cual lo describió el naturalista inglés.
VILLA DE MERLO
Pese a no tener una playa como en la costa atlántica, lo cierto es que Villa de Merlo, recostadas sobre la faz occidental de la Sierra de los Comechingones, cuenta con muchas propuestas para que chicos y grandes, para que se diviertan, conozcan las sierras y hasta la historia de la zona.
Con 20 mil habitantes, esta ciudad que se sitúa entre los 800 y los 1.200 metros sobre el nivel del mar es el centro neurálgico de un circuito turístico que cuenta, entre otras, con las localidades de Carpintería, Villa Elena, Papagayos, Los Molles, Villa Larca y Cortaderas, todas ellas unidas por una ruta rodeada de montañas y una vista que invita a parar para disfrutar el paisaje.
Pero la Villa, con el tercer microclima del mundo, por eso de que el aire contiene una ionización negativa mayor a lo normal, atrapa a gente de todas las edades con propuestas para disfrutar de la naturaleza a pura aventura.
Allí se encuentran las mejores experiencias en materia de turismo aventura, con la fortuna que siempre acompaña el tercer mejor microclima del mundo y es el lugar ideal para los paseos en cuadriciclos, vuelos en parapente, visitas a cascadas escondidas en los cerros.
Disfrutar de la gastronomía típica regional, es un imperdible, como así lo ofrece el Restaurante de Campo “No Tire Godoy”, con sus especialidades como el chivito serrano, bien acompañado por sus vinos y cervezas artesanales, un lugar para distenderse, respirar aire puro y disfrutar de esas exquisiteces culinarias del lugar en un ambiente muy bien logrado, que invade de alegría y felicidad a los comensales.
TUNUYÁN
Tierra rica en historia de pueblos originarios, de gestas libertadoras y de inmigrantes, Tunuyán está ubicado en el corazón de Valle de Uco y presenta una riqueza natural que lo convierte en un sitio ideal para visitar en las cuatro estaciones del año. Está ubicado al sur de la ciudad de Mendoza, a una altura de 874 metros sobre el nivel del mar, lo que le da la amplitud térmica característica de la zona.
Aquí se ubica el paso cordillerano que cruzó San Martín a su regreso de la Campaña Libertadora, en 1823 (y el afamado naturalista Charles Darwin, unos años después). Cuenta la leyenda que el general descansó en un lugar de la actual reserva que protege este ambiente de transición entre las eco regiones del Monte y Altoandina, y en su honor se erigió el monumento del prócer, que hoy es un icono del lugar.
En rincón de la Mendoza, sobresalen las comidas regionales acompañadas por un maridaje perfecto con los excelentes vinos de la zona. Uno de los circuitos que vale la pena recorrer en el valle es el del Corredor Productivo, conformado por una serie de caminos locales entre fincas que se unieron y pavimentaron. El Corredor transita los tres departamentos y es una buena forma de conocer su interior, entre duraznos, vides y bodegas.