A más de 100 años de la hazaña de Jorge Newbery -quien cruzó Los Andes en 1916, luego de atravesar el río de La Plata- los globos guardan su romanticismo aun en la era del avión y ofrecen mediante el turismo un buen negocio para sus fervorosos amantes. A lo largo de todo el mundo, los turistas que no le temen a las alturas se suman a recorridos con una mirada diferente. Cámara en mano o simplemente con las ganas de disfrutar, nos subimos a los globos para conocer paisajes que quedarán en nuestra memoria.
TURQUÍA
Uno de los lugares más famosos del mundo para conocer desde arriba es Capadocia, donde más de veinte empresas brindan este servicio. Fruto de un largo proceso de erosión a lo largo de millones de años, este paisaje turco sorprende y permite apreciar la silueta del volcán Erciyes, de casi 4 mil metros de altura, la montaña más alta de Asia Menor. En sus épocas de actividad, sus cenizas cubrieron toda la comarca con un grueso manto de decenas de metros de espesor. La erosión sobre estas capas de cenizas petrificadas ha creado formas insólitas en la piedra, lo que ha generado un paisaje caprichoso y sorprendente.
Otro detalle singular viene de la propia historia. Capadocia ha estado habitada desde tiempo inmemorial. Ha sido lugar de paso de distintas rutas de caravanas y de refugio para algunos de los primeros cristianos que buscaban la soledad. Y cuando no encontraban cuevas en las que protegerse excavaban en la roca blanda. De esta manera se empezaron a tallar habitáculos y ermitas en los precipicios y en los conos de piedra. Más tarde acometieron estructuras más grandes y complejas, y las iglesias de estas comunidades cristianas son uno de los tesoros artísticos de toda Turquía. Esta forma de arquitectura ha pervivido hasta hace pocas décadas. Volar en globo cerca de Uchisar ofrece una de las mejores panorámicas de este tipo de habitáculos.
A baja altura se pueden distinguir estas formaciones geológicas, una especie de rascacielos naturales. Durante la mayor parte del vuelo la atención se centra en las puras formas de las rocas, gracias a que por lo general las condiciones climáticas favorables lo permiten.
NUEVA ZELANDA
Además de ser un país dinámico y hermoso, los turistas pueden buscar aventura desde sus cielos. Abajo, escalar, esquiar, bici de montaña, golf y la exploración de lagos y fiordos. Y arriba, conquistar las alturas en Queenstown es todo un desafío. El pueblo se ubica en la orilla del prístino lago Wakatipu, entre imponentes cadenas montañosas, y es el centro vacacional alpino líder en el hemisferio sur abierto todo el año. Si sos fanático de la saga El señor de los anillos, reconocerás muchos lugares de la Tierra Media.
Sin embargo, con la excepción de Queenstown, los operadores de globos aerostáticos de Nueva Zelanda suelen encontrarse en las partes más llanas del país: norte de Auckland, Waikato, Hawke’s Bay y Wairarapa. Los vuelos de la Isla Norte recorren frondosas áreas rurales, donde podrás disfrutar de un tapiz de pasturas, cultivos, viñedos, bosques, caminos, ríos, lagos y pueblos. En la Isla Sur, los imponentes Alpes ofrecen un impresionante fondo de picos nevados para vuelos sobre el extenso entramado de las llanuras de Canterbury.
FRANCIA
Patrimonio mundial de la Unesco por sus paisajes culturales vivos, el Valle del Loira nos permite sumergirnos en la historia de Francia. Castillos renacentistas o fortalezas medievales con sus maravillosos jardines en los que en un pasado reyes o artistas caminaron por allí, son sólo algunos de los atractivos de esta región de la provincia de Touraine que además atrapa por sus vinos y la gastronomía.
En el viaje uno pasa, por ejemplo, por encima del castillo Clos Luce, en el que pasó sus últimos tres años de vida, entre 1516 y 1519, el genio de Leonardo da Vinci. También se aprecia perfectamente el castillo de Amboise, que alberga la tumba del pintor, cruza por el Loira, el único gran río salvaje de Europa, y hasta se aprecia el castillo de Mick Jagger o la fábrica de Viagra de Pfizer.
Pero el recorrido incluye también las vistas aéreas de ciudades como Chartres u Orleáns, una atractiva perspectiva que permitirá descubrir el entramado de sus callejuelas medievales o distinguir las magníficas catedrales góticas, cuyas torres se alzan hasta casi tocar el cielo.
MÉXICO
La amplia geografía mexicana permite diferentes paisajes para surcar desde las alturas. Un festival de globos aerostáticos muy conocido que cada año gana adeptos es el que se desarrolla en Xochitla Parque Ecológico del Pueblo Mágico de Tepotzotlán. Este bello parque ecológico, ubicado a tan sólo 45 minutos del Distrito Federal cuenta con grandes jardines y diferentes atractivos para todas las edades. Las opciones de disfrutar a este magnífico pueblo son diversas fundado en 1535: la principal actividad que es altamente recomendada es la de visitar una de las más grandes joyas arquitectónicas del arte novohispano.
Otra región muy requerida por los viajeros de los cielos es Teotihuacán y su Valle de los Dioses. La zona arqueológica es la segunda más visitada del mundo, tanto por sus famosas pirámides como por su fortaleza cosmogónica que aún respira en sus habitantes. El viaje en globo sobre este lugar, que dura unos 45 minutos, es un evento de admiración total. Desde el cielo se contempla cómo se ilumina las pirámides del Sol y la Luna en esta zona arqueológica maravillosa.
Si la idea es sorprenderse con volcanes, el lugar elegido deberá ser Huamantla, en el estado de Tlaxcala. Sus cielos despejados nos permiten obtener una vista panorámica increíble de los volcanes que rodean la zona como lo son el Iztaccihuatl, el majestuoso Popocatepetl, el Pico de Orizaba y la emblemática Malintzi. Además uno puede tomar las mejores fotografías a más de mil metros de altura de ríos y montañas que rodean y adornan esta bella ciudad.
ESTADOS UNIDOS
Aunque Estados Unidos tiene cientos de atractivos en cada uno de sus estados, no hay que descartar tener una mirada diferente, y la altura te lo permite. Una región ideal o de las más requeridos para esta actividad es la del Valle de Napa, en California.
Cuenta la historia que la familia Kimball y Napa Valley Aloft empezaron a transportar personas sobre esta región mucho antes de que éste se convirtiera en un destino famoso de vinos y alimentos. Este valle, de 48 kilómetros de largo y con más de con más de 600 viñedos, ofrece desde el aire una vista llena de colores únicos donde lo que más se destaca es el verde en todas sus tonalidades.
En Nueva York, se puede volar sobre el Parque estatal Letchwork. Se sigue al río Genesee en su recorrido por el cañón Letchworth, bordeado por enormes acantilados de hasta 182 metros de altura. Los vuelos dentro del parque son desde mayo hasta mediados de octubre. El vuelo de una hora recorre frondosos bosques y las cataratas medias y superiores.
ITALIA
En el centro de Italia, desde los Apeninos hasta el mar Tirreno, se extiende la región de la Toscana, con una superficie de 23 mil kilómetros cuadrados y una población de 3.700.000 de habitantes. Todo lo que verás en el paseo en globo serán interminables extensiones de terreno verde, los viñedos, las colinas, valles, montañas y los tejados rojos que caracterizan a sus pueblos.
A medida que se levanta vuelo, el viento nos lleva hacia el norte, donde sobrevolaremos la zona de Crete Senesi hacia Siena, hacia el oeste por los cañones y los valles de los Calanche, hacia el sur hacia Pienza y Val d’Orcia, donde se filmaron películas como Gladiador y El paciente inglés, y hacia el este por las boscosas colinas de Val di Chiana. Se viaja a unos 600 metros de altura así que las mejores fotos están aseguradas.
Otro de los sitios muy elegidos es el vuelo de una hora desde Roma y que nos permite conocer las colinas de Lazio. Comienza temprano ya que el globo despega desde la aldea de Magliano Sabina y termina, por supuesto con una copa de vino espumante en el aterrizaje.
En tanto, para los amantes de las montañas, deben volar sobre el Piemonte desde Turín. Cerca de las fronteras con Suiza y Francia, con el telón de fondo de los Alpes, se abren valles amplios y pintorescos, incluyendo el de Val di Susa, Valsesia y Val d’Ossola. También verás desde lo alto los viñedos de Langhe, además, Barolo y la propia Turín.