Con el cariño de la gente que se palpa a cada paso, Jamaica, la isla del Caribe que es independiente del Reino Unido desde 1962, tiene playas con aguas cálidas y turquesas y una ciudad como Montego Bay, un importante puerto de cruceros con varios complejos hoteleros. Entre las playas populares se encuentran Doctor’s Cave y Walter Fletcher, hogar de un parque de atracciones.
Cuna del reggae, que es Patrimonio de la Humanidad desde 2018, esta nación también encuentra atractivos en Kingston, su capital. Centro comercial, administrativo y cultural de la isla, fue fundada en 1692 después de un terremoto devastó la capital de Port Royal. Los supervivientes se trasladaron a lo que hoy es Kingston y fundaron la nueva ciudad desde cero.
Se encuentra en una amplia llanura con el mar al sur, y la montaña de San Andrés como telón de fondo hacia el norte. Es, además, la mayor ciudad de habla inglesa de todo el Caribe y tiene el séptimo puerto natural más grande del mundo.
Aquí, los turistas pueden visitar los museos Bob Marley y Peter Tosh -muy cerca el uno del otro- y aprender sobre estos dos artistas del reggae: qué representaron, de dónde vinieron, el contexto político y cultural en los que se desenvolvieron, o su legado musical.
La ciudad invita también a descubrir el Trench Town Culture Yard, uno de los barrios más importantes de la capital y que “ha dejado una marca indeleble en el reggae”. El Culture Yard -el patio de la cultura- está construido alrededor del hogar de Marley, en el que cantó varias de sus canciones más populares. Rico en imágenes rasta, en su patio se expone la vieja camioneta VW usada por Marley y los Wailers cuando recorrían Jamaica en la década de 1960.