jueves, 12 diciembre, 2024
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Para ver paisajes en movimiento

La sensación del viento explotando en la cara, la de estar viendo una imagen que se mueve del otro lado de la ventanilla o la de soñar con esos coloridos e interminables paisajes que tiene el país. Así son algunas de las sensaciones únicas que proporciona el paseo en tren. La aventura comienza cuando la locomotora enciende sus motores y el paisaje se mueve.

En un vasto país no es nada fácil decidir a dónde ir por la cantidad de posibilidades de las que disponemos; sierras, playas, montañas, esteros, ríos, entre otros. Y, con algunas limitaciones, las vías nos pueden llevar, a mucho menor precio que otras opciones, hasta ese lugar deseado. Pasar por los bosques fueguinos o la estepa patagónica en Chubut o Río Negro, son solo algunas de las opciones.

1. Tren del Fin del Mundo

El Ferrocarril Austral Fueguino, también llamado Tren del Fin del Mundo, conecta Ushuaia con el Parque Nacional Tierra del Fuego recorriendo un trayecto de apenas 8 kilómetros en el que los turistas pueden disfrutar de los bosques nativos más coloridos de esa provincia patagónica y de vistas panorámicas de una belleza singular.

El Tren del Fin del Mundo unía en sus inicios a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, con el antiguo penal de la Patagonia, que funcionó hasta 1947, atravesando el bosque fueguino y transportando alimentos, materiales de construcción y presos. En 1994 volvió a funcionar, pero sólo para el turismo y con un recorrido que cubre la tercera parte del original, que era de 25 kilómetros. 

En su recorrido, los vagones de madera se internan en los bosques de lengas, al tiempo que una narración grabada va contando la historia del “tren de los presos”, entre paisajes montañosos y junto a postales que regala el río Pipo. Una vez que el tren atraviesa el Cordón del Toro y pasa por el puente Quemado sobre el río, se detiene en la estación Cascada La Macarena.

Allí se puede ver una reconstrucción de los asentamientos de los originarios pobladores yámanas. Luego es el turno de conocer el “cementerio de árboles”, donde se ven los restos de los árboles que fueron cortados hace 100 años por los presos. La última parada es en la estación Parque Nacional.

¿El costo? Hay tres salidas diarias y dos categorías de pasaje para el verano. En clase Turista sale $ 8.400 los adultos, $ 4.200 los menores y $ 5.300 los jubilados. En Premium: $ 21.300 y los menores $ 10.650. 

2. La Trochita

En Argentina también existen trenes turísticos diurnos como el Viejo Expreso Patagónico “La Trochita”, con su máquina a vapor y con servicios desde Esquel y El Maitén en el oeste de Chubut.

El nombre de “La Trochita” remite a la distancia menor entre los rieles sobre los que corre, de trenes de trocha angosta tipo Decauville, traza que a principios del siglo XX permitía ahorrar costos en los trabajos de ingeniería y mantenimiento de las formaciones. En esa época se usaba una trocha de 60 centímetros, aunque al construir este ferrocarril se adoptó otra de 75 centímetros para trenes entre la localidad rionegrina de Ingeniero Jacobacci y la chubutense de Esquel, además de otro servicio en la zona de Trelew, en el este de la provincia.

El más conocido de sus recorridos -impulsado por locomotoras construidas en 1922 en Inglaterra y Alemania- parte desde Esquel, en el noroeste de Chubut, y circula por la estepa y la precordillera hasta la estación Nahuel Pan, donde se puede visitar el Museo de Culturas Originarias, ferias de artesanos y la feria Tokom topayiñ, que abre cuando llega el tren.

Del 3 de enero al 18 de febrero, las salidas programadas en el tramo Esquel-Nahuelpan-Esquel serán de lunes a sábados a las 10, con regreso a las 13. El viaje cuesta $ 9.500; para jubilados y estudiantes universitarios la tarifa es de $ 7.200; menores de 6 a 12, $ 7.000.

Existen otros recorridos desde El Maitén y en el otro extremo entre Ingeniero Jacobacci y Ojos de Agua, que se puede combinar con el Tren Patagónico que une Viedma con Bariloche.

“La Trochita” y su locomotora de más de cien años. (Archivo) Declarada Monumento Histórico Nacional, el viejo expreso patagónico recorre 43 kilómetros atravesando la estepa patagónica en su tramo por el suroeste de la provincia de Río Negro, es un viaje –ida y vuelta– de 86 kilómetros, entre Jacobacci y Ojos de Agua brindando a turistas y residentes la oportunidad de vivir una experiencia única. Foto:Alejandra Bartoliche/Tèlam

3. Tren de la Selva

Las Cataratas del Iguazú son una de las grandes maravillas naturales del planeta. allí, en medio de esa inmensidad está el tren, Silencioso y ecológico, que nos permite disfrutar de un paisaje único. 

Abierto, de madera y muy agradable, sus vagones permiten apreciar la naturaleza con todos los sentidos. Además circula a baja velocidad: entre 20 y 22 km/h.

El Tren de la Selva tiene un recorrido de 14 km desde la entrada al Parque Nacional hasta la Garganta del Diablo, el principal salto de las Cataratas del Iguazú.

El recorrido tiene tres estaciones: Estación Central, de donde parten los trenes (hay cafetería y kiosco); Estación Cataratas, donde se inician los senderos que llevan a los circuitos Inferior y Superior y donde hay una plazoleta, un área de descanso, gastronomía y sanitarios. En Estación Garganta del Diablo se accede a una pasarela de 1.100 metros que se recorre a pie la Garganta del Diablo, un salto de 80 metros de altura.

El viaje en el tren está incluido en la entrada al Parque Nacional. Cuesta $ 1.200 para mayores, $ 700 para menores de 6 a 16 años. Jubilados y menores de hasta 5 años, gratis.

4. Tren de las Sierras

Los que van de vacaciones a Córdoba, además de disfrutar de sus ríos, gastronomía y tradiciones, pueden también hacer un lindo recorrido arriba de unos modernos vagones. Se trata del Tren de las Sierras, que une Córdoba capital con Valle Hermoso, en el Valle de Punilla en un viaje de tres horas y media.

En su recorrido, el tren serpentea entre las sierras y pasa por estaciones como San Roque y Cassaffousth -a orillas del lago San Roque, cerca de Villa Carlos Paz-, Bialet Massé, Cosquín y Casa Grande. Cruza arroyos, pasa entre sierras y atraviesa túneles, regalando grandes paisajes de Punilla.

De la estación Córdoba hasta Valle Hermoso son 73 km, y el pasaje tiene un costo simbólico de $ 28. De Córdoba a San Roque, $ 17, y a Cosquín, $ 23.

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