Como capital política, económica, cultural, gastronómica y espiritual de Tailandia, Bangkok es enorme y agobiante, pero llena de historia que se refleja en palacios, cultura y spas. Es muy común parar el recorrido turístico y descansar el cuerpo con un masaje relajante. Además, si te encanta comer, la ciudad es la sede de una de las mejores cocinas del mundo.
Según se puede ver en sus calles, se trata de una de las ciudades asiáticas más occidentalizadas, que invita a disfrutar de ambientes tan exóticos como diversos e incluso, a veces, contradictorios entre ellos. Recorrer uno de sus cientos mercados, degustar sus picantes especialidades culinarias o visitar los imperdibles y coloridos templos, son sólo algunas de las opciones que uno debe tener en cuenta a la hora de perderse en sus bulliciosas y caóticas calles.
Entre los sitios más elegidos están el Palacio Real, un gran conjunto arquitectónico formado por un grupo de edificios que sirvieron como sede real desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX. Pero también el templo principal de Wat Pho, conocido por tener en su interior al gran Buda Reclinado de 46 metros de largo y 15 metros de altura.
Sin embargo, muchos viajeros transitan unos 85 kilómetros hacia el norte desde Bangkok para llegar hasta la antigua ciudad de Ayutthaya. Fundada en 1350 por el rey U-Thong, fue la capital del Reino de Siam durante más de 400 años, por donde 33 reyes pasaron por su trono.
En su momento de máximo esplendor, a principios del siglo XVIII, la ciudad tenía más de un millón de habitantes, siendo una de las más grandes de la época. Fue un importante puerto comercial de productos como madera, azúcar, pieles, marfil o seda.
En 1767, fue invadida por el ejército birmano, quienes saquearon las casas, destruyeron los templos y decapitaron las imágenes de Buddha. En ese momento, la capital del Reino de Siam se trasladó a Thonburi.
Hoy, las ruinas de Ayutthaya son consideradas uno de los lugares históricos más importantes de Tailandia y permiten hacerse una idea de su esplendoroso pasado. En la actualidad, ocupando una superficie de 15 km2, y forman el Parque Histórico de Ayutthaya, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991.
Los templos, no obstante, no están concentrados en un recinto único, sino que se reparten por diversas zonas, algunos de ellos rodeados incluso por construcciones modernas. Por ello, para visitarlos conviene elegir entre dos opciones: alquilar bicicletas o pagar una ruta en tuk-tuk, un vehículo triciclo motorizado.
Hacia el pasado
Entre los templos más populares, está el llamado Wat Yai Chai Mongkhon, situado al sureste de Ayutthaya en una de las zonas con mejor estado de conservación fuera de los límites de la isla. Construido en 1357 por orden de Uthong, fundador del Reino de Ayutthaya, se utilizó para los monjes budistas regresados de su adoctrinamiento en Ceylan. Está rodeado por cientos de estatuas de Buda con túnicas amarillas, estupas en forma de campana y a sus pies descansa un enorme Buda reclinado, formando una de las estampas más típicas del lugar.
El Wat Maha That, situado en el corazón de la antigua capital, fue otro de los grandes templos del Reino por su proximidad al Gran Palacio (ya destruido por completo) y por albergar reliquias sagradas de Buda. La fecha de su construcción es incierta, pero suele situarse hacia el año 1374. Más allá del castigo al que el tiempo lo sometió, es uno de los más visitados porque alberga una curiosa cabeza de Buda entre las ramas de un árbol.
El Wat Phra Sri Sanphet también fue un templo de enorme relevancia, pues en su día formó parte del recinto del Gran Palacio del reino. Este complejo utilizado para ceremonias reales data del año 1448 y destaca por sus tres grandes pagodas que contienen las cenizas de tres reyes de Ayutthaya.
El templo de Lokaya Sutha no fue tan relevante ni sus ruinas son demasiado espectaculares, pero hay un motivo por el cual merece la pena acercarse hasta allí: su gigantesca imagen de Buda Reclinado, de 42 metros de largo y 8 de alto, rodeada de los restos de 24 columnas de ladrillo que formaban el vihara.
Finalmente, Wat Chaiwatthanaram, aunque es mucho más nuevo que el resto ya que data de 1630, es de los templos más bonitos y mejor conservados. Fue construido por el rey como recuerdo de su madre y destaca por su gran torre central o prang de 35 metros de altura de estilo Khmer custodiada por cuatro más pequeñas.
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Cómo llegar
Desde Bangkok a Ayutthaya se puede ir en tren, que es una de las opciones más populares, baratas y sencillas. La forma más rápida es en una especie de minibús, aunque muchos optan por ir en colectivo, que sale cada media hora.
Cuánto cuesta
Los alojamientos en la zona son económicos. Van de 20 a 35 dólares la habitación doble por día. Las entradas a algunos de los templos rondan entre 1 y los 2 dólares.