La producción de cerveza artesanal es uno de las gemas gastronómicas predilectas para quienes arriban por Esquel. Los emprendedores abocados a la materia conjugan innovación tecnológica con la diversidad natural que brinda la región para concluir en elogiadas propuestas.
A pocos metros de la Avenida Ameghino de Esquel, “Heiskel” fabrica, entre otras variedades, su celebrada cerveza negra con frambuesa. Se trata de una “Brown Ale”, una variedad intermedia entre la “Stout” y la “Porter”, a la que se le incorpora la fruta, tanto en la maceración como en el hervido; logrando una bebida de baja graduación de alcohol con singular acidez, sabor y aroma.
Esta receta cuenta con frutas provenientes de campos ubicados entre El Hoyo y El Bolsón, en el límite de las provincias de Río Negro y Chubut. “Ese microclima es muy bueno, tanto para la plantación de lúpulos como para la frambuesa y toda la fruta fina”, explica Randy, dueño de la Cervecería Heiskel, quien precisa que en esa zona, cobijada por la Cordillera de los Andes, hay muy poco viento, suficiente calor y cierta humedad que determinan cosechas de calidad.
Heiskel fabrica la “cerveza negra con frambuesas” dos veces el año, condicionado por la estacionalidad de la fruta. “En el verano aprovechamos la cosecha y en invierno la podemos hacer con alguna fruta congelada de buena calidad”, explica.