viernes, 6 diciembre, 2024
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Zambia, entre animales y cataratas

Conocida como la “auténtica África”, Zambia no está preparada para el turismo independiente y viajar por el país es todo un reto. Sin contar con las ciudades más animadas o grandes atracciones culturales del continente, el país tiene todas las características de África y ofrece experiencias con safaris de lujo sin atraer a las grandes masas de turistas.

Lo que realmente vale la pena de Zambia son sus sensacionales paisajes, formados por hermosos bosques de miombo, planicies de aluvión, ríos serpenteantes, infinidad de cascadas y vastos parajes naturales, y su concentración y variedad de fauna. El sonido incansable de miles de pezuñas de lechwes (antílopes) repiqueteando y salpicando en los pantanos puede quedarse grabado en la cabeza del viajero.

A nivel infraestructura, el país cuenta con algunos elegantes hoteles de clase media. Hay sobre todo campings y cabañas sencillas. Y también lodges de lujo, cuyos precios arrancan desde los 500 euros por noche, que ofrecen todo tipo de confort a turistas exigentes, en este contexto, el Ministerio de Turismo fijó como objetivo convertir a Zambia, a más tardar en 2030, en uno de los cinco principales destinos turísticos de África, ya que cuenta con 20 parques nacionales, que abarcan un tercio de la superficie del territorio.

Y en este país se encuentra también la gran atracción turística de África: las Cataratas Victoria. El río Zambeze, de 1.700 metros de ancho, cae por un corte en el suelo a una garganta de más de 110 metros de profundidad. Tomando en cuenta la altura y la anchura, se forma allí durante la época de lluvias la cortina de agua más grande del mundo. No obstante, la mayor parte de las cataratas está situada en el vecino Zimbabue.

Las famosas e imponentes Cataratas. (Zambiatourism.com)

Fue a principios de la década de 1850, cuando el célebre explorador británico David Livingstone siguió el Zambeze en busca de una ruta hacia el interior de África y con la esperanza de introducir el cristianismo y los principios de la civilización europea para combatir los horrores de la trata de esclavos. En 1855, llegó a la imponente catarata que bautizó como Victoria. Situadas al sur, las cataratas son la estrella turística y las facilidades de alojamiento y excursiones por el río son amplias, incluso para los más atrevidos, que encontrarán en la piscina Devil’s Pool un baño escalofriante. Se trata de una piscina de roca natural cercana a la isla Livingstone. Desde allí, solo durante la estación seca, se accede nadando a esta cubeta situada en el borde superior de la cascada. Los que no sufran de vértigo incluso pueden asomarse para admirar el agua despeñándose un centenar de metros y a la nube de vapor.

En lo que respecta a los safaris, suelen ser más viene “exclusivos”, con poca presencia de turistas, incluso en el parque nacional Lower Zambeze, el más concurrido, o en el South Luangwa. Aquí, uno puede disfrutar casi en solitario de los encuentros con ñus, cebras, leones, leopardos y jirafas, y de los motivos fotográficos para el regreso a casa.  En cambio, muchas veces la búsqueda de animales tarda más. Para los guías, lograr encuentros con los “big five” -el elefante, el rinoceronte, el búfalo, el león y el leopardo- es todo un desafío.

Kasanka, en tanto, es uno de los parques nacionales más pequeños de Zambia, pero, el que esconde una de las mayores sorpresas. Su variedad de entornos alberga numerosas especies de animales, lo que le convierte en un privilegiado santuario natural cuyos habitantes salvajes se han salvado de la caza ilegal que amenazaba a este espacio protegido con desaparecer hace una década. 

Aventuras y trekking en Zambia. (Zambiatourism.com)

Zambia también tiene su lado cultural, y presenciar la ceremonia del Kuomboka, una de las últimas grandes fiestas del sur de África, podría ser el acontecimiento más destacado de un viaje al país. También se recomienda acercarse a una aldea local, donde el viajero entenderá por qué se conoce a los zambianos por su cordial hospitalidad y su irrefrenable calidez.

Entre portugueses y “exploradores”

Los exploradores portugueses fueron los primeros europeos en llegar a la actual Zambia. En la década de 1790, varios de ellos viajaron desde Angola hasta la cabecera del río Zambeze. Pero fue después de 1860 cuando a la zona llegaron exploradores y buscadores a la caza de cualquier riqueza que ofreciese el país. Fue allí que La Compañía Británica de Sudáfrica (BSAC, en sus siglas inglesas) del empresario Cecil John Rhodes reivindicó la zona a principios de la década de 1890 y fue respaldada por el Gobierno británico en 1895 para combatir la esclavitud y evitar una mayor expansión portuguesa en la región. 

Al principio, se crearon dos territorios separados –Rodesia del Noroeste y Rodesia del Noreste– que se unieron en 1911 y pasaron a ser Rodesia del Norte. En 1907, Livingstone se convirtió en su capital. En 1924 la colonia quedó bajo control británico directo y en 1935 la capital se trasladó a Lusaka. Durante los años ‘60, a medida que muchos otros países africanos lograban su independencia, los nacionalistas zambianos se opusieron a las fuerzas coloniales. La federación se disolvió en 1963 y Rodesia del Norte logró su independencia un año más tarde, y pasó a llamarse Zambia. Mientras que el Gobierno británico había explotado enormemente Rodesia del Norte, los colonizadores prefirieron invertir gran parte de su riqueza en el desarrollo de Rodesia del Sur (hoy Zimbabue).

Un elefante en el parque. (Zambiatourism.com)

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Cuándo viajar

El clima es idóneo para visitar este país en cualquier época del año. Sin embargo, muchos campamentos y lodges están cerrados entre diciembre y abril. Vacunarse contra la malaria.

Qué llevar

Para entrar en a se necesita un pasaporte y un visado. Este último se puede solicitar directamente a la llegada al país o previamente en la embajada de Zambia en el país de origen del turista.

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