domingo, 21 abril, 2024
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Alemania: en tren y sin apuro

Hay diferentes maneras de recorrer Alemania, que cada año se convierte en un destino soñado por miles de turistas. Por aire, por tierra o bien por rieles, el país tiene rincones increíbles por descubrir más allá de los clásicos como Berlín, Munich o Frankfurt que siempre figuran en cualquier agenda de viaje. Y si la opción elegida es la tercera, la del tren, uno no se arrepentirá en absoluto ya que la estación adonde llegás, es la misma de donde parte tu próximo destino. Además, muchos aprovechan el tren para evitar el gasto de hospedaje, como también embelesarse con los magníficos paisajes de la campiña germana mientras se disfruta de una refrescante bebida y algo para comer.

Para llegar a algunos de los tesoros fuera de los típicos recorridos en Alemania, existen rutas directas o rutas en trenes regulares con uno o dos trasbordos. En ese sentido, Rail Europe, el mayor distribuidor global de productos ferroviarios europeos, es un gran aliado para descubrir por tren esos rincones escondidos de esta nación de 82 millones de personas, con más de 150 castillos y con alrededor de 300 variedades de pan.

Wismar

Wismar, donde prevalece su arquitectura gótica de ladrillo. (Tourismus Zentrale Wismar)

En el norte de Alemania, frente a las costas de Dinamarca, se encuentra la pintoresca ciudad medieval de Wismar que durante los siglos XIII y XIV formó parte de la Liga Hanseática, una alianza mercantil y política entre varias ciudades de la zona del Báltico que se organizaron para controlar el comercio, defender sus intereses y protegerse de incursiones piratas.

Un sello distintivo de Wismar es su arquitectura gótica de ladrillo, estilo estrechamente vinculado a las ciudades hanseáticas. Hoy día, Wismar conserva su legado con callejuelas, canales medievales y coloridas casas. La ciudad está tan bien preservada que su casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2002. Desde Berlín, por ejemplo, se llega con un tren directo a Wismar con un trayecto de algo más de 3 horas.

Baden-Baden

Baden-Baden, que en el pasado fue un escenario de la burguesía. (Baden-Baden Kur & Tourismus)

Escondida en la ladera de la cordillera de la Selva Negra del sur del país, cerca de la frontera con Francia y Suiza, está Baden-Baden, el punto de encuentro de la burguesía en los siglos XIX y XX ya que aquí se localizan grandes balnearios de aguas termales, cuyas primeras instalaciones datan de tiempos romanos. Hoy día, encuentras elegantes complejos en donde puede elegir entre un baño, un masaje, un sauna y otro tipo de tratamientos para un momento de salud y relajación total.

Otros importantes atractivos de Baden-Baden son sus grandes parques, sus elegantes casinos y sus calles con edificios de gran belleza, boutiques de lujo y simpáticos cafés. Todo en su conjunto hace de esta pequeña ciudad, el lugar ideal para hacer largas caminatas. Si uno está de visita en Basilea, Suiza, se puede hacer una escapada en tren directo en un viaje de 1 hora y 34 minutos.

Görlitz

Görlitz, una ciudad que en 1945 supo quedar dividida. (Copyright © Rainer Weisflog+49171/6254657)

En los confines del Estado de Sajonia, se encuentra Görlitz, una ciudad que en 1945 quedó dividida a raíz de la modificación de la línea fronteriza entre Alemania y Polonia. Hoy, Görlitz representa la parte alemana y Zgorzelec la parte polaca, ambas unidas por un puente sobre el río Neisse.

Un atributo relevante de esta ciudad es que no sufrió destrucciones importantes durante la guerra. De hecho, gracias a eso, cuenta con un increíble patrimonio de más de 4 mil edificios y monumentos de diferentes épocas y estilos. Su versatilidad arquitectónica ha inspirado a varios realizadores de cine y ha sido locación para conocidas películas como “La ladrona de libros”, “El gran hotel Budapest”, “Bastardos sin Gloria”, “El lector”, entre muchas otras.

En búsqueda de mayor contacto con la naturaleza, a una hora de distancia de Görlitz, se encuentra el Parque de los Rododendros con su espectacular “Puente del Diablo”, cuyo reflejo en el agua crea un círculo perfecto desde cualquier punto de observación. Para llegar, por ejemplo desde Dresden, el trayecto en tren dura 1 hora y 18 minutos.

Tréveris

El tren recorre el río Mosela en la ruta que une Koblenz a Tréveris. (Deutsche Bahn AG/Georg Wagner)

A sólo 9 kilómetros de Luxemburgo (54 minutos en tren) se ubica Tréveris, considerada la ciudad más antigua de Alemania y en algún tiempo capital del Imperio Romano de Occidente. Justo su herencia romana es una de las principales atracciones ya que aún en la actualidad se conservan vestigios romanos como La Puerta Negra, la puerta romana mejor conservada al norte de los Alpes, las termas imperiales y el anfiteatro.

Otros atractivos interesantes de Tréveris son las visitas teatralizadas, donde los guías portan vestimentas antiguas y cuentan la historia de la ciudad en forma de obra de teatro. También está la Escuela de Gladiadores, un campamento de uno o tres días en donde experimentas en carne propia lo que representaba ser gladiador a través de los alimentos, los entrenamientos y un enfrentamiento en forma con un gladiador profesional, de acuerdo con las reglas de la antigüedad.

Para los amantes del buen vino, Tréveris se ubica en una de las mayores regiones de cultivo de vino a orillas de los ríos Mosela, Sarre y Ruwer. Su variedad que supera los 120 vinos de la región puede probarse en alguna de las degustaciones de vino que se ofrecen en la ciudad, a la que se llega en tren desde la ciudad francesa de Metz tras 1 hora y 37 minutos.

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