Viena es una de las ciudades soñadas por los amantes de la música clásica, la arquitectura y el arte, y además es perfecta para ir en cualquier época del año. Tiene multitud de monumentos con un gran atractivo arquitectónico y sus señoriales calles te trasladan a otra época.
Catedral de San Esteban
Situada en Stephansplatz, en pleno corazón de la ciudad, la Catedral de San Esteban (Stephansdom) es la sede principal de la archidiócesis de Viena y es el lugar donde se celebró la boda y el funeral del genio Mozart.
Situada en la céntrica Plaza de San Esteban, se edificó sobre las ruinas de dos iglesias y destaca por su alta torre en forma de aguja desde la que se puede ver su característico tejado de más de 250 mil azulejos y unas fantásticas vistas del centro de Viena desde los 137 metros de altura.
Una vez dentro de la catedral se pueden observar diversos estilos arquitectónicos provenientes de diferentes épocas; la nave central, las capillas laterales y el coro proceden de una de las reconstrucciones realizada en estilo gótico y algunos de los edificios laterales fueron reconstruidos en un estilo barroco. Las bóvedas de Stephansdom guardan innumerables obras de arte procedentes de diferentes siglos.
Palacio de Schönbrunn
Residencia de verano en el pasado de la famosa Sissí Emperatriz y uno de los lugares más increíbles que ver en Austria, el Palacio de Schönbrunn sorprende por sus enormes y cuidados jardines, en los que destacan las vistas desde la glorieta y un bonito jardín laberinto.
Las habitaciones, decoradas con un estilo rococó, llaman la atención por su suntuosidad, como es el caso de los salones oficiales, o por la sencillez de las habitaciones que pertenecieron a Francisco José y la emperatriz Isabel.
Algunas de las estancias más llamativas del palacio son la Gran Galería, utilizada para celebrar los banquetes imperiales, el Salón Chino Circular, utilizado por María Teresa para mantener conversaciones privadas con su canciller, el Salón del Desayuno, utilizado para tal fin, o el Salón Chino Azul, que vio abdicar a Carlos I en el año 1918.
Ópera de Viena
La Ópera Estatal de Viena es la compañía más importante y conocida a nivel mundial, además de constituir el centro neurálgico de la vida musical vienesa.
Inaugurado en 1869 con la presentación de una obra de Mozart, el edificio de diseño renacentista fue una decepción para los vieneses que esperaban algo más de él. El arquitecto del edificio se quitó la vida, desolado ante la idea de que su obra no hubiera triunfado. El segundo arquitecto que fue contratado tampoco puedo aguantar la presión y murió de un infarto.
En 1945, una bomba dañó gravemente el edificio de la ópera, hecho que los ciudadanos tomaron como una agresión simbólica a la ciudad. Diez años después del incidente, la ópera volvió a abrir sus puertas con los daños reparados y dotada de las tecnologías más avanzadas.
El Palacio Hofburg
El Palacio Hofburg es el más grande y antiguo de la ciudad. Durante más de 600 años el lugar de residencia de los Habsburgo y actualmente es el lugar más visitado por los viajeros.
El complejo es enorme e incluye además de las habitaciones imperiales, el Museo de Sisi, una iglesia, la Biblioteca Nacional Austriaca o la Escuela de Invierno de Equitación, entre otros. El palacio fue la residencia oficial de los Habsburgo durante mucho tiempo y ahora lo es del presidente de Austria.