Al noroeste de Bélgica, Brujas es una urbe medieval con pintorescos canales, una veintena de museos, tiendas de chocolate y un centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad. Allí vive desde hace varios años Flavia Filidoro @flainbruges una rosarina que tiene una empresa de turismo receptivo para viajeros de todo el mundo.
Su historia de amor no empezó solo con la ciudad, sino con su actual pareja. En diálogo con De Viaje con la Radio cuenta detalles de ese destino repleto de canales que atraviesan los numerosos puentes que conectan las calles de la ciudad.
Algunos de los puntos de interés son el Mercado del Pescado, o Vismarkt, que data de 1821 y donde hay restaurantes y artesanos. También aquí se encuentra la Plaza de los Curtidores, popular entre los artistas y de ambiente agradable e íntimo para admirar las pinturas con una mente creativa.
A tan sólo dos minutos de allí destaca el Muelle del Rosario, uno de los lugares más bellos y fotografiados de toda Brujas. Ideal para enamorarse o ir en pareja, de este lugar parten excursiones por los canales que llevan a través de edificios medievales, casas con fachadas clásicas, un mercado de antigüedades, bares y restaurantes.
Párrafo aparte para Minnewater (Lago del Amor), el parque más romántico y encantador. Desde su puente, construido en el año 1970, se pueden obtener maravillosas vistas panorámicas y apreciar los cientos de cisnes que disfrutan en el agua.
Grote Markt, o la Plaza Mayor, es el corazón de Brujas y el punto en el que empiezan y terminan muchas de las rutas a pie por el centro histórico. Anexa a la plaza principal, está la del Burg, que en la actualidad destaca por el edificio del Ayuntamiento, una de las visitas que no debés dejar de hacer.