Lejos de las luces de neón, los casinos y los grandes complejos hoteleros que sorprenden en Las Vegas, en Estados Unidos, hay otra ciudad, con igual nombre pero en nuestro país que también sorprende a los viajeros.
Las Vegas es una localidad situada en un valle junto al río Blanco que forma parte del distrito de Potrerillos, en el departamento de Luján de Cuyo, en la provincia de Mendoza. Por su situación natural, pese a su reducido tamaño, Las Vegas funciona como centro de servicios para varias localidades cercanas. Cuenta con un centro sanitario y otro cultural, una escuela y algunas tiendas, restaurantes y cafeterías que ofrecen gastronomía típica del lugar.
Lo más recomendado para quienes visiten Las Vegas si desean desplazarse a otros lugares cercanos es contar con transporte propio, ya que las comunicaciones no son tan frecuentes como en Mendoza, ciudad que no se encuentra a gran distancia.
También relativamente cercano a Las Vegas, a unas 2 horas en auto, está el Parque Provincial Aconcagua, una de las mayores atracciones turísticas de Mendoza. Aun así, el atractivo natural de la localidad es más que suficiente para garantizar diversas jornadas dedicadas a descubrir diferentes parajes.
En lo alto del pueblo, ofreciendo vistas espectaculares del valle, se encuentra el Valle del Sol, al que se puede subir por un sendero que se corona con la capilla de la Parroquia de San José de las Montañas. Además, hay distintos cerros que ofrecen rutas de senderismo de diferente dificultad, por lo que todo el mundo puede disfrutar de la experiencia. Algunos de estos cerros, como el de la Virgen, se encuentran en la reserva natural “Divisadero del Plata”, creada para la preservación de la flora y fauna autóctona.
En los alrededores de Las Vegas, encontramos desde tres arroyos, que tendrán agua o no dependiendo de la época del año, hasta la tercera montaña más alta de Mendoza tras Aconcagua y Tupungato; se trata del Cerro Plata, a unos 6200 m sobre el nivel del mar.
Esta zona ofrece distintas opciones de alojamiento que nos pueden servir de base para realizar nuestras excursiones y visitas, pero lo más común es hospedarse en alguna de las cabañas que parecen camufladas en el impresionante paisaje de Las Vegas.