sábado, 7 diciembre, 2024
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Cardiff, entre castillos, galerías y la naturaleza

Si bien es verdad que Cardiff, la capital galesa, construida durante el auge de carbón británico en el siglo XIX, no es un destino de los más elegidos por los viajeros que visitan Gran Bretaña, en los últimos años empezó a estar en el radar de muchos curiosos.

Gales forma parte de Gran Bretaña, pero un referendo de 1997 confirió a los galeses el derecho de hacer sus propias leyes sobre un rango específico de tópicos, un poder que no había tenido desde el siglo XIII. Pero para empezar a entender su historia, hay que llegar hasta el famoso Castillo de Cardiff, ubicado en el corazón de la ciudad y cuyos orígenes se remontan al año 55 después de Cristo. Este espacio, con dependencias de estilo victoriano, garantizan a sus visitantes un viaje en el tiempo a través de espectaculares apartamentos -con acabados en mármol, madera y dorado-, restos de una muralla romana, y refugios de tiempos de guerra. Además, se puede disfrutar de una espectacular panorámica de la ciudad desde la Torre del Reloj del castillo. Un dato en el que pocos se detienen: dentro de las murallas del Castillo hay túneles que sirvieron como refugios antiaéreos durante la Segunda Guerra Mundial.

La naturaleza tiene su espacio en el Bute Park, un parque de 130 hectáreas, repleto de jardines y zonas verdes, que pertenecen al castillo de Cardiff. El sitio lleva el nombre del tercer marqués de Bute, cuya familia reside en el castillo, que fue ajardinado a finales del siglo XVIII por Capability Brown. Este espacio, que atraviesa el centro de la ciudad siguiendo el curso del río Taff, es ideal para amantes del running y para pasear en familia. Además, invita a saborear un té de media tarde en Pettigrew, su famoso salón de té.

Si hay tiempo para las compras, esperan las famosas galerías de Cardiff, salpicadas de tiendas de segunda mano, locales de artesanía, decoración, marcas de renombre, salones de belleza. También se puede aprovechar para sumergirse en los sabores locales del Cardiff Market, un mercado ubicado en un edificio de estilo victoriano que ofrece, desde 1891, una original experiencia de compra de los productos autóctonos.

En tanto, el puerto es un distrito pequeño y refinado, lleno de bulliciosos restaurantes, bares y boutiques. Hace un siglo, era uno de los puertos más activos del mundo y desde el Pierhead, un edificio de ladrillos al margen del agua, se controlaba la salida de 12 millones de toneladas de carbón.

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