A pesar de ser uno de los centros urbanos más importantes de la región, la Ciudad de Buenos Aires tiene una gran cantidad de espacios que permiten el contacto con la naturaleza. Si bien la Reserva Ecológica siempre pica en punta en las consideraciones de los visitantes que llegan a la capital, hay otros circuitos para tener en cuenta.
De hecho, desde el Ente de turismo de la Ciudad, proponen un nuevo recorrido al aire libre para conocer las plazas, monumentos, arte y gastronomía que hay en los barrios de Palermo y Recoleta.
La propuesta, que se denomina Circuito Verde, incluye 50 atractivos a lo largo de 6 kilómetros. Se estima que el recorrido tiene una duración de una hora 40 minutos. En la web turismo.buenosaires.gob.ar/es/turismo-en-barrios/circuito-verde hay un cuadernillo descargable con información de cada sitio y un mapa online que permite realizar el itinerario de forma autoguiada.
Entre las atracciones principales se encuentra el Jardín japonés con puentes, lagos y especies orientales de flora y fauna, parques como el Tres de Febrero, pasando por museos como el MALBA y el de Bellas Artes, que están rodeados de espacios al aire libre.
El recorrido comienza en el Jardín Botánico Carlos Thays. Es uno de los más importantes de la Ciudad, con más de 1.500 especies vegetales, 5 hectáreas de flora nativa y 2 hectáreas con especies provenientes de los 5 continentes, como un ejemplar de Ginkgo Biloba, obtenido de semillas de árboles sobrevivientes a la bomba atómica en Hiroshima en Japón.
Los dos imperdibles del lugar son el Jardín de Mariposas, un sector a cielo abierto al que estos animales se acercan de manera natural, atraídos por las flores y plantas del lugar. El otro es el Invernadero Principal, de estilo Art Nouveau. Tiene esculturas que lo convierten en un museo abierto, una Biblioteca Infantil de la Naturaleza y actividades recreativas como las Expediciones Botánicas.
El siguiente punto es el Ecoparque, donde se puede caminar en medio de eucaliptos, sauces, ombúes y gomeros mientras se disfruta de la clásica arquitectura de los pabellones. El circuito atraviesa el Patio andaluz, uno de los rincones más españoles de la ciudad, donado por Sevilla. En la decoración, la fuente y los azulejos, que están inspirados en el sol y el mar, conviven elementos árabes y mediterráneos.
La guía continua por un paseo por el Rosedal, el embarcadero y los lagos, el Puente griego, el Planetario y el monumento a Justo José de Urquiza.
En Recoleta, algunos de los puntos destacados son Plaza Mitre. Detrás de la barranca se encuentra la pequeña París del barrio, conocida como la isla, una de las zonas con residencias palaciegas entre las que se destaca la Embajada de Gran Bretaña.
Otro es el Museo Nacional de Bellas Artes, que es uno de los más importantes de América Latina y el que tiene la mayor colección de arte argentino del país. Dentro de su patrimonio se encuentran obras de El Greco, Goya, Rodin, Rembrandt, Rubens, Renoir, Degas, Cézanne, Chagall y Picasso. La propuesta finaliza en la Plaza de las Naciones Unidas donde la gran protagonista es la Floralis Genérica, que hace un homenaje a todas las flores.