La provincia de Córdoba cuenta con un infinito abanico de opciones para visitar en todo momento del año. Es uno de esos territorios que lo tiene todo y cambian sus fisonomías de acuerdo a la estación en la que el turista llegue. Desde pueblos con el encanto centroeuropeo hasta paisajes de sierras o riqueza histórica y arquitectónica, un recorrido por solo algunas de las tantas opciones para descubrir.
Para los fanáticos de la arquitectura, hay que darse una vuelta por la Iglesia de los Capuchinos, inaugurada en 1933 y que se encuentra en el barrio Nueva Córdoba, pleno centro de la capital provincial. Es una construcción neogótica que en su fachada expone una torre trunca y otra de 53 metros que con su aguja perfora el cielo cordobés.
En 1926 los religiosos le encomendaron el proyecto al arquitecto y pintor italiano, Augusto Ferrari, quien trabajó durante varios años en la edificación, y entre otros detalles, añadió figuras de animales y estrellas pintadas en su interior. En la actualidad, se realizan recorridos y se propone un ascenso de 182 escalones hasta la Torre Mirador, la cual ofrece una imponente vista del cielo nocturno, la ciudad y las sierras.
Durante la visita también se pueden descubrir los atlantes, representaciones de hombres que sostienen las columnas del templo, así como una serie de pilares multicolor que aluden a la existencia de diferentes cosmovisiones.
Para los amantes de los paisajes y las caprichosas formas que elige la naturaleza, una visita obligada es a Los Gigantes, un macizo conformado por piedras graníticas de unos 350 millones de años que se sitúa en el extremo norte de las Sierras Grandes, con senderos que se asemejan a un laberinto. Estas características lo convierten en uno de los centros de escalada en roca más importantes del país, en cuyas paredes se acumulan unas 400 rutas equipadas que resultan ideales para la realización de esta práctica deportiva.
El Sendero Norte es el camino favorito rumbo al punto más alto de Los Gigantes, que es el Cerro Mogote, al que se accede por el ingreso Casas Nuevas, donde los integrantes de una familia local, los Bazán, prestan ayuda para dar comienzo a la expedición. La travesía, que se prolonga unas cuatro horas, requiere atravesar pendientes, arroyos y valles, y tras una serie de escaladas se arriba a la cima que se ubica a 2.374 metros sobre el nivel del mar.
Otro dato de interés es que los suelos del macizo actúan como esponjas que absorben el agua y garantizan un caudal estable en sus arroyos, de allí su importancia hídrica. A Los Gigantes se llega desde Córdoba capital, que dista unos 85 kilómetros -dato a tener en cuenta: los 27 km finales son sobre ripio-. Además, se recomienda contratar un guía habilitado, al ser un área que presenta riesgos.
Montaña y más
Otro de los imperdibles es el Camino de los Túneles que parte desde la localidad de Taninga, por Ruta Provincial N° 28, y que deriva de un proyecto vial de cinco pasos por debajo de la montaña.
Cada uno está decorado con distintas expresiones artísticas y cuentan con miradores para observar panorámicas, como la “Quebrada de la Mermela” y el salto de agua “Velo de la Novia”, desde donde se pueden divisar cóndores andinos.
Más allá de la ruta se presenta la posibilidad de descender por un camino de ripio para descubrir un paisaje de bosques secos, como los de la Reserva Natural Chancaní y el Parque Nacional Traslasierras. En estos terrenos crecen algarrobos, mistoles, quebrachos y palma caranday. y entre la vegetación viven pumas, osos meleros, guanacos, pecaríes y el tucu tucu cordobés, una especie endémica de roedores.
En el pueblo de Chancaní se pueden realizar recorridos para conocer más sobre las tradiciones locales, que incluyen fiestas patronales en las que no faltan agrupaciones gauchas y folclóricas de la región. Se llega a Los Túneles desde la capital provincial tomando el Camino de las Altas Cumbres por Ruta Provincial N° 34 hasta Mina Clavero -una experiencia que de por sí constituye otro de los imperdibles de Córdoba- y desde allí se deben atravesar Cura Brochero y Panaholma.
Otra ruta escénica imperdible es el Camino de las Altas Cumbres, que serpentea por casi 100 kilómetros que unen la capital cordobesa con el Valle de Traslasierra, surcando puentes colgantes y pircas rumbo al corazón de las Sierras Grandes.
Durante el recorrido se suceden quebradas, arroyos y cascadas, y además van apareciendo alternativas de disfrute como el Parque Nacional Condorito y otros pueblos y parajes que se prestan para tomar un descanso y probar diversas delicias de elaboración local. En pleno Camino, surge la oportunidad de visitar el parador de montaña “Giulio Cesare”, al que se accede por el denominado “Camino del Peregrino”, sobre RP-14.
El quinto imperdible es el mítico Cerro Champaquí, conocido como “el techo de Córdoba”, con cumbre a los 2.790 msnm, un gran desafío para quienes se introducen al montañismo. Durante el ascenso se observan ejemplares de tabaquillo y maitén, entre otros árboles, acompañados por una serie de arroyos cristalinos, profundos valles y diversas formaciones graníticas.
La recompensa en la cima es destacable, con panorámicas del Valle de Calamuchita al este y del Valle de Traslasierras al oeste. La ruta de ascenso principal es por Villa Apina, cuyo recorrido comienza en un bosque de pinos y tiene una duración de tres días, con noche en refugios y cumbre en la segunda jornada.
Otras alternativas incluyen iniciar la expedición en el Cerro Linderos, el paraje Tres Árboles y la Estancia La Constancia, de San Javier, pero los más aventureros pueden emprender el ascenso a través del bosque de tabaquillos de “El Hueco”, desde Los Molles.