El gin tonic se convirtió desde hace algún tiempo en uno de los cocteles favoritos de las barras de Argentina y del mundo. Pero también ganó espacio en las casas particulares, y por eso su consumo no para de crecer. De hecho, se estima que aumentó más de un 30% su consumo y ahora se trata de no solo de una bebida tomada durante el ocio nocturno sino también durante las tardes y atardeceres de la ciudad. A eso, se sumó el furor por la fabricación de ese destilado que suma a ritmo vertiginoso nuevas marcas nacionales.
Elegante, amable para el mix y con la alquimia mágica de los botánicos, el gin tiene todo para ser un éxito. Junto a nombres internacionales como Bombay Saphire, Tanqueray, Hendricks o Monkey 47, aparecieron coquetas etiquetas locales.
El gin se obtiene a partir de la mezcla de alcohol con botánicos como el enebro, la pimienta, la canela, la naranja o el jengibre, entre otros, que brindan las notas de aromas y sabor al destilado. En la mayoría de los casos, las bayas de enebro son su ADN, ya que permite una infinidad de combinaciones para lograr desde las más simples a complejas y novedosas recetas.
Para el proceso de destilación se utiliza un aparato como recipiente llamado alambique, hecho de cobre, donde se calienta el líquido hasta convertirlo en vapor y un conducto refrigerador en forma de espiral da salida al producto de la destilación. En promedio la graduación alcohólica es de entre un 35 y 54%.
El gin es una bebida versátil y su cóctel más pedido, el gin tonic, resulta fresco al paladar. Cada destilado de su tipo cuenta sus propias recetas y propone al consumidor una amplia gama de sabores para degustar.
Mientras que la movida de la coctelería de autor está en alza, algunas preparaciones clásicas volvieron a ganar popularidad en las barras más importantes de Buenos Aires y, junto a eso, la oportunidad de crear nuevas versiones e invitarnos a experimentar un poquito más.
Algunos de los lugares top de capital federal son Oleada, ubicado en el corazón de Palermo Hollywood, que invita a descubrir los sabores de la comida mexicana bajo el formato plant based. O Amazonia, también en Palermo, y donde se destaca el Gin Merle Tonic, hecho con gin nacional realizado a partir de 12 botánicos que le dan un sabor distintivo y tónica.
Si uno viaja por Córdoba, lo recomendable es darse una vuelta por Mina Clavero y llegar hasta el bar “Bronca”, que ofrece gin tonic tirado.
Hacia la costa atlántica, Mar del Plata pica en punta con más de 30 etiquetas de gin artesanal. La aprobación de una ordenanza del Concejo Deliberante de General Pueyrredón en agosto de 2021 habilitó la instalación de destilerías de bebidas espirituosas en la ciudad. A partir de este marco legal, comenzó un proceso similar al que ocurrió hace una década con la cerveza artesanal.
Tres recetas
Beefeater Gin Tonic: llenar un vaso o copón con mucho hielo, sumar 1 parte de Beefeater London Dry Gin y 3 de tónica. Completa tu cóctel con una rodaja de naranja y otra de limón. ¡Listo para disfrutar!
Monkey 47 & Tonic: poner en un vaso de trago largo hielo en cubos o una barra de hielo. Servir 1 parte (60ml) de Monkey 47 Schwarzwald Dry Gin y completar con 3 partes (180 ml) de agua tónica premium. Remover suavemente para integrar. Decorar con un garnish de piel de pomelo.
Gin Tonic: en una copa balón agregá hielo al tope, 1 parte de Brighton Gin y 3 de tónica. Para decorar usá una rodaja de limón, aunque cualquier cítrico resalta las notas del trago. O animate a jugar con hierbas aromáticas, que dan aroma y sabor intensos.
