Prainha, Río de Janeiro
Ubicada en la Barra da Tijuca, rodeada de cerros. Es una pequeña playa y es de las preferidas por los surfistas. La mejor opción es ir en auto y llegar temprano para estacionar con facilidad. En los días de semana se vuelve más tranquilo y menos concurrido.
Barra de San Miguel, Alagoas
Barra de San Miguel está a unos 30 km de Maceió, capital del estado. Es una buena opción para pasar el día relajado y disfrutando de un mar de aguas claras para quien visita la capital alagoana. Protegida por una barrera de corales, se queda casi como una piscina en el interior durante el período de marea baja y tiene gran estructura para los turistas.
Taipu de Fora, Península de Maraú
Entre los arrecifes y corales de este pedacito de la Costa do Dendê, el mar se convierte en piscina y regala a los visitantes con un escenario paradisíaco. No es necesario tomar barco o lancha para llegar hasta allí, solo basta con entrar al mar para estar dentro de las piscinas.
Playa del Aventurero, Isla Grande
En medio de una villa de pescadores, está considerada como el lugar con más encanto de todo Ilha Grande por su paisaje paradisíaco y su exclusividad. No existen posadas en esta playa, tan sólo campings sin muchas comodidades. Es ideal para pasar el día y sacarse una foto en sus aguas transparentes y con el famoso cocotero que creció en un ángulo de 90°.
Playa de Ponta Negra, Natal
Es la playa más popular de la zona, teniendo al fondo el Morro do Careca. En la playa hay varios puestos de comida, y en la avenida del mar hay varias tiendas y restaurantes. Por estar en un barrio turístico, usted no tendrá dificultad en encontrar hoteles y posadas a muy variados precios.
Playa de la Sumaca, Paraty
Después de dos horas de caminata, la mata se abre a una pequeña playa dorada cubierta de piedras resbaladizas, mientras que el océano se hace presente en sus lados, donde querrá saltar inmediatamente en las aguas azules para refrescarse. Es muy pequeña y de no tan fácil acceso. Pero vale la pena.
Lençóis Maranhenses, Maranhão
La arena blanca y fina marca el paradisíaco camino en medio del Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses. Las lagunas de agua dulce entre las dunas forman un escenario único y es imposible no emocionarse al llegar a la cima del paisaje y ver la inmensidad de las Lençóis Maranhenses.
Playa del espejo, Trancoso
Las famosas piscinas naturales de la playa, también llamada Curuípe, son el deseo de muchos turistas que visitan el Litoral Sur de Bahía. Al lado de los bonitos acantilados de tonos rosados, rojo, beige y ocre, las piscinas de la Playa del Espejo se convierten en un paraíso para los amantes del mar. La vista es completada con los intensos cocoteros que bordean la franja de arena y también con el río que desemboca en el mar, dando un aire más encantador al espejo.
Piedra Furada, Jericoacoara
Una de las postales de Jericoacoara es la playa que está marcada por la piedra alta con una grieta en el medio. El mejor momento para llegar a la piedra es cuando la marea está baja, el camino por el litoral tiene muchas otras piedras más pequeñas, brindando un paisaje maravilloso.