Amaicha es uno de los lugares mágicos, que lleva hasta la traza de la Ruta 40 en los Valles Calchaquíes de Tucumán, con antiguas casas con dinteles de madera de cardón sobre las puertas, y donde se prometen 365 días de sol.
El paisaje es sencillo, pero fuerte la historia que marca a una comunidad a la que le devolvieron la propiedad de sus tierras en 1716 mediante una Cédula Real del encomendero español. Y desde entonces, su base organizativa como pueblo es “comunero”, tienen un consejo de ancianos y un cacique y las tierras las trabaja cada familia, pero si se mantienen ociosas por más de dos años, las administra la comunidad.
En estas tierras donde existe la única Bodega Comunitaria de Sudamérica administrada por su pueblo originario, se levanta el Observatorio Astronómico Ampimpa, que ofrece una propuesta única en el continente, que además de la observación del espacio y fenómenos como las lluvias de estrellas y tours astronómicos en uno de los cielos más límpidos del país, incluye hospedaje, gastronomía tradicional y catas de vinos regionales.
Algunas propuestas de esta institución no gubernamental, son sus safaris astronómicos y fotográficos; observación de eclipses de luna, como el ya agendado en el calendario 2022; expediciones especiales y visitas de contingentes de estudiantes o familias.
Un fenómeno especial y que tiene mucha demanda es el que ocurre durante toda una semana en diciembre: la lluvia de estrellas, que se observan a simple vista, y que aseguran puede mostrar unas 30 estrellas fugaces por hora.
El Observatorio Ampimpa, también declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación, ofrece al turista la posibilidad de hospedarse y conocer los secretos del cielo sin tener que trasladarse más que unos metros, con promociones, descuentos y una carta gourmet temática que lleva a recorrer “los sabores del universo”.
Su creación, en 1985, fue para la llegada del Cometa Halley, que tras la observación con sus dispositivos y cámaras fotográficas, se elaboró un material que fue distinguido por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), de Estados Unidos.
El Observatorio, cuyo lema es “Una ventana del universo”, se encuentra a 150 kilómetros de San Miguel de Tucumán, en el kilómetro 107,5 de la Ruta Provincial 307, vecino al pueblo de Ampimpa y cerca de Tafí y Amaicha del Valle.
De marzo a noviembre es el momento ideal para la observación, porque los cielos son impecables a 2.500 metros sobre el nivel del mar y donde el espectáculo, que comienza a las 18 y finaliza a las 23, se puede observar con reserva previa. Además, desde las 17 se recorre el sendero autoguiado “Del Big Bang al Hombre”, que relata el origen del universo, la formación del sistema solar, la Tierra y la aparición del ser humano.
Una charla a cielo abierto donde se conocen las estrellas, planetas y satélites es la antesala de la actividad, cuando a las 20.30 se abre la cúpula y se inician las observaciones junto con relatos, explicaciones y datos curiosos.
Durante la madrugada, el público que elige quedarse en el alojamiento de Ampimpa, puede disfrutar de la segunda etapa de observaciones astronómicas con telescopio, y al amanecer, la salida del sol, con el detalle de las manchas y llamaradas solares para coronar la estadía.