Son 5.000 kilómetros cuadrados de superficie que albergan profundas gargantas y formaciones naturales espectaculares que hacen del Gran Cañón del Colorado (Nevada y Utah) un destino imprescindible en Estados Unidos. El parque nacional que le da vida, tiene 100 años y recibe cada mes a miles de visitantes que se maravillan con su espectáculo de colores.
Se trata de un entorno rico en piedras sedimentarias y calizas cuya antigüedad alcanza los 2.000 millones de años. Sus alturas son algo muy característico en su orografía porque son absolutamente impresionantes. Esto se debe a que este cañón se encuentra bajo la meseta del río Colorado, la cual tiene altitudes que van, desde los 1.500 hasta los 3.000 metros.
El Gran Cañón del Colorado tiene aproximadamente 446 kilómetros de longitud y unos 29 de amplitud, que se traducen en los casi 5.000 km2 de paisajes abrumadores que quitan el aliento y donde sus visitantes, que llegan a los ocho millones anuales, disfrutan de experiencias únicas.
Si se contempla la garganta de día las vistas son realmente increíbles y, si se realiza de noche, se puede admirar el cielo y las diferentes constelaciones sin las distorsiones que produce la luz artificial.
El parque cuenta con dos entradas: la norte -cerrada desde noviembre hasta abril por la nieve- y la sur, abierta las 24 horas y los 365 días del año.