Es verdad que Canberra no es uno de los principales destinos turísticos de Australia, aunque la capital del país cuenta con suficientes atractivos como para una visita. Rodeada de montañas y tierras de cultivo, se halla a casi 300 kilómetros al sudoeste de Sidney, en el interior del país. Tal vez ahí es donde radica su desconocimiento turístico, en el hecho de no ser una ciudad costera.
Canberra es la capital de Australia desde 1908. Y lo fue gracias a la rivalidad existente entre Sidney y Melbourne, las ciudades que con más fuerza optaban a la capitalidad. De ahí que el Parlamento de la Conmonwealth, para deshacer la disputa, eligió una ciudad que estuviera intermedia entre ambas.
La denominada capital del arbusto, gracias a su gran cantidad de zonas verdes, realiza cada año uno de los principales festivales de globos aerostáticos del mundo. El “Globo Espectacular”, como se lo conoce, se realiza desde hace más de tres décadas y reúne a locales y viajeros de todo el planeta.
Los globos comienzan a inflarse temprano en los jardines del Parlamento Australiano -tardan entre 15 y 30 minutos- y eso ya es un espectáculo en sí mismo. Y, luego, comienza la verdadera fiesta, cuando decenas de ellos ascienden y flotan por los cielos australianos, creando una imagen que parece salida directo de la imaginación.
Los colores, el sonido y el movimiento se mezclan en una atmósfera de ensueño. Los asistentes pueden hacer picnics, tirarse en el césped y tomar fotografías increíbles de uno de los festivales de globos aerostáticos con más trayectoria y prestigio internacional.