Si una planta representa el mundo mediterráneo, esta es, sin lugar a dudas, el olivo. En el pasado fue símbolo del honor y la cultura, hasta el punto de que se utilizó como premio para los campeones en los Juegos Olímpicos. Pero no solo esto, sino que su fruto, la aceituna, fue y sigue siendo el alimento paradigmático de la dieta mediterránea.
En ese sentido, Grecia es considerada como una potencia en aceites de oliva y aceitunas de mesa, ocupando las primeras posiciones de producción mundial de ambos productos. De hecho, el cultivo de la oliva se lleva a cabo en 50 de los 54 municipios del país, siendo la zona de mayor producción la del Peloponeso y Creta, conocida como la isla de los olivos.
Entre todas las variedades de las aceitunas de mesa que produce Grecia, destaca la aceituna de Kalamata, conocidas en todo el mundo, utilizadas cada vez más por chefs y cocineros para la elaboración de sus platos y que pueden encontrarse en los mejores restaurantes del país.
Las aceitunas de Kalamata se llaman así en honor a la ciudad del donde se produjeron por primera vez, ubicada en la región de Mesenia, en la península del Peloponeso. Desde allí, se expandió a otras regiones limítrofes, gracias a las excelentes condiciones climáticas de la zona. Hoy, estas aceitunas griegas ostentan el estatus de Denominación de Origen Protegida, y son un complemento perfecto, por su intenso sabor, para muchos platos, como ensaladas, pastas, pizzas y aderezos.
Su cultivo se centra principalmente en el norte de Creta y en el suroeste del Peloponeso, ocupando entre el 50 y el 60% de la superficie olivarera del país. Actualmente se está comenzando a plantar en muchos otros países debido a su buena adaptación al cultivo superintensivo. Su cultivo se extendió en España, sobre todo en el arco mediterráneo alrededor de 2009.
Esta variedad de aceitunas se caracteriza por su forma ovalada, color púrpura oscuro y sabor intenso, las aceitunas Kalamata se cosechan a mano para evitar causarle daños. El mejor momento para su cosecha, que se realiza a mano para evitar dañarla, algo más tarde que la mayoría de las otras variedades. Este hecho, junto con el estilo griego de curado, que consiste en colocarlas sirve para minimizar su sabor amargo.
Desde un punto de vista nutricional, es de destacar que estas aceitunas son ricas en grasas y bajas en carbohidratos. A las amplias virtudes gastronómicas hay que sumarle las propiedades sobre el organismo que tienen de por sí, ya que ayudan a regular los niveles de colesterol, aportan altas cantidades de vitamina E y son una fuente rica en calcio y otros minerales que son beneficiosos para la salud.