El parque nacional El Impenetrable ocupa unas 130 mil hectáreas de bosques nativos entre los ríos Teuco, Bermejo y Bermejito, en el oeste chaqueño, y está en pleno proceso de recuperación de su depredada flora y fauna, un camino que comenzó a fines de 2014, cuando este espacio quedó a cargo de la Administración de Parques Nacionales (APN).
El parque nacional también abarca zonas de Formosa, Salta y Santiago del Estero en las que viven unas 60 mil personas, entre productores rurales, campesinos y nativos del lugar como wichís y tobas. Los pueblos indígenas tienen como principal actividad económica la producción de artesanías en fibra vegetal, material con el que obtienen productos como chaguares, carteras y cortinas, entre otros. Además, desarrollan sus costumbres tradicionales vinculadas a la caza, la pesca y la recolección de alimentos.
“Éste es el bosque seco más grande del mundo y era el que más se estaba destruyendo. Hoy estamos empezando a dar vuelta esa historia. Éste es un proyecto ambiental pero también es un proyecto de desarrollo social”, sostuvo por su parte Emiliano Ezcurra, vicepresidente de la Administración de Parques Nacionales.
El Impenetrable, gracias a su recuperación, se convirtió en el hábitat ideal para muchas especies en situación crítica y otras con amenaza de extinción, como el yaguareté, el tatú carreta, tres tipos de pecaríes, el oso hormiguero, el águila coronada y la boa arco iris.
La provincia de Chaco en su totalidad posee alrededor de 500 especies de aves y por ese motivo el avistaje constituye un producto estratégico para este destino litoraleño, sobre todo porque existen 80 millones de turistas avistadores de aves en todo el mundo que se movilizan por el interés en la conservación de las especies y de su hábitat natural. Y puntualmente el parque, es un lugar ideal para los amantes de la fauna. La alta biodiversidad y el bosque nativo de esta reserva natural, que está en muy buen estado de conservación, alberga cientos de especies de aves, entre ellas el yabiré, el loro hablador, el carpintero negro, la charata, el rayador y el espinero frente rojiza.
La flora del parque se caracteriza por la existencia de quebracho rojo y blanco, algarrobo, molle, guayacán, guaraniná, yuchón, caspi, zapallo, mistol, vinal, itán, porotillo y un bosque de palo santo.
La tala clandestina de árboles depredó casi 40 mil hectáreas de la superficie original del parque en los últimos 50 años, pero esa actividad hoy es casi inexistente gracias a los cuidados de la APN y de los habitantes del lugar.
El clima de El Impenetrable es semitropical y se caracteriza por los extremos de calor durante la primavera y el verano, cuando las temperaturas promedios son de entre 34 y 37 grados, con picos de 45 grados en enero y febrero. En el invierno, entre mayo y septiembre, las temperaturas oscilan entre los 18 y los 25 grados, aunque a la noche bajan y oscilan entre los 12 y los 5 grados.