Cada mes, miles de viajeros llegan hasta la ciudad de Jiangyin, en provincia de Jiangsu, en el este de China, para caminar sobre un puente de vidrio de 518 metros de largo y que cuelga a más de 100 metros de altura.
Ubicado en el Parque Mundial de Aventuras Huaxi, alrededor de 2.600 personas pueden cruzar el puente al mismo tiempo, aunque muchos prefieren hacerlo cuando hay menos gente.
El puente está hecho de cristales de vidrio de 35 milímetros de espesor. Cada vidrio puede soportar un peso máximo de 4.7 toneladas.
Este puente no es el único que genera cierto vértigo en China. Hacia fines de 2017, el país inauguró un puente de cristal de 488 metros de longitud y suspendido a 218 metros sobre un valle, en la provincia septentrional china de Hebei. En este caso se aceptan hasta 600 caminantes a la vez.