Las empanadas de cada provincia de nuestro país tienen características distintas, y más allá de las discusiones sobre cuáles son las mejores, lo cierto es que todas, con sus sabores particulares, captan la atención de los viajeros. Pueden ser al horno o fritas, pueden variar sus tamaños, incluir o no vegetales, y cada una tiene los condimentos típicos de la zona. Todas riquísimas.
Dos de las más deseadas son las tucumanas y las salteñas, aunque también otras como jujeñas y riojanas pican en punto a la hora de las preferencias de turistas locales y extranjeros.
En la provincia de Tucumán son rellena de carne cortada a cuchillo, tienen ingredientes simples que combinados las vuelven únicas, su sabor puede potenciarse agregando ají o unas gotitas de jugo de limón.
Las empanadas de Salta también se caracterizan por tener la carne cortada a cuchillo, incluyen condimentos de los Valles Calchaquíes como el comino, pimentón y ají que le dan un aroma y sabor especial, su tamaño es pequeño pero son jugosas por dentro y crocantes por fuera.
En tanto que las de Jujuy son las más condimentadas, cortadas a cuchillo, con cebollita de verdeo, y se hacen con diversos tipos de corte de carne como el charqui. Generalmente su cocción es en horno de barro o fritas. Y para el dorado de la cebolla y para la masa se utiliza grasa vacuna.
La empanada riojana se caracteriza por ser freída en grasa, lleva carne cortada a cuchillo. Lleva la misma cantidad de cebolla, que de carne, son bien jugosas y también tienen papas, cebolla de verdeo, huevo duro, comino, y pimentón. Su característica principal son las aceitunas de la zona.
La empanada santiagueña se caracteriza por ser de carne de vaca cortada a cuchillo, su cocción es en el horno de barro, tiene ají del monte, cebolla, huevo y pimiento rojo. La masa está hecha con grasa de pella.
En tanto, las empanadas catamarqueñas, que se preparan con carne blanda (dulce de la espalda), grasa derretida, cebolla, cebolla de verdeo, papa, huevo duro, sal, ají, pimentón, comino y pasas de uva.