domingo, 21 abril, 2024
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Cultura en las calles de Malta

El archipiélago maltés, situado en el centro del Mediterráneo, al sur de Italia, está formado por tres islas: Malta, Gozo y Comino, con una población total de 400 mil habitantes en una extensión de 316 km2 y una costa de 196,8 km (sin incluir los 56 km de la isla de Gozo). Malta es la isla más grande y el centro cultural, comercial y administrativo. Gozo es la segunda en tamaño, es más rural, y se caracteriza por la pesca, el turismo, la artesanía y la agricultura. Comino, en tanto, está prácticamente deshabitada.

La Valeta, actual capital del país, fue en 2018 una de las dos ciudades europeas con más vínculos con la cultura. Sin embargo, en realidad toda Malta va a celebrar esta denominación como “capital cultural”, que comparte con la localidad holandesa de Leeuwarden.

La Valeta es el legado más conspicuo de la vieja Orden de San Juan de Jerusalén. Esta, tras la pérdida de la Ciudad Santa pasó su sede a Chipre, luego a Rodas hasta el año 1522 en que perdieron la isla, pasando su sede a Malta en 1530. Hasta nuestros días se la conoce con el nombre abreviado de Orden de Malta ya que fue en esta isla donde tenía la sede cuando se hizo famosa por frenar el avance turco en 1565. El casco antiguo de La Valeta, fundada un año más tarde que aquella proeza, es una joya arquitectónica dibujada entre dos estrechas bahías: Marsamxett y Grand Harbour. Es una ciudad fortaleza rodeada de formidables murallas y bastiones poco menos que inexpugnables. Aparte de sus iglesias y de antiguas estructuras defensivas, la capital cuenta con 300 edificios civiles -palacios, teatros, museos y bibliotecas-.

La Valeta no solo es la capital europea situada más al sur, sino que también la más pequeña. En esta ciudad donde casco viejo figura en la lista de monumentos nacionales, viven solo poco menos de 6.000 personas en una superficie de nada más que un kilómetro cuadrado.

Malta atrae a los turistas con sus calles pintorescas. (viewingmalta.com)

Por tanto, hay mucha historia en un espacio muy pequeño. Pero ¿La Valeta es hoy solo un gran museo al aire libre? De ninguna manera. En el céntrico “Caffe Cordina”, la gente se sienta por la tarde bajo sombrillas, toma café, bebe Aperol Spritz o come un trozo de pastel dulce. Los camareros apenas dan abasto en este café tradicional.

Sin embargo, no solo este centro turístico en el casco viejo está animado y no solo son turistas los que deambulan por los callejones. También los propios malteses han redescubierto La Valeta. Los comercios están llenos, al igual que los cafés. En muchos lugares han abierto nuevos hoteles boutique. 

Entre palacios

Por supuesto que desde siempre un tour turístico por La Valeta ha incluido el Palacio del Gran Maestre, así como la Catedral de San Juan. Y también atrae desde hace décadas a muchos visitantes la Casa Rocca Piccola, un palacio de más de 400 años de antigüedad.

Sin embargo, como Capital Europea de la Cultura La Valeta tiene que ofrecer algo más que antiguos tesoros. Algo ha cambiado en la ciudad. El arquitecto estrella Renzo Piano ha reemplazado la vieja puerta por dos grandes bloques de hormigón. El italiano también ha diseñado el nuevo edificio del Parlamento y ha convertido en un teatro al aire libre a la antigua ópera, destruida durante la Segunda Guerra Mundial.

El atardecer llena de colores cálidos a La Valeta. (@deviajevoy)

Al sur de la capital, se ubican Vittoriosa, Senglea y Cospicua, conocidas conjuntamente desde la época de la ocupación francesa con el nombre de Las Tres Ciudades. Sus murallas sirvieron de escudo en los combates contra los turcos y se convirtieron, tiempo después, en el refugio perfecto durante la II Guerra Mundial. Muy próximas entre sí, las tres se pueden recorrer a pie, siendo Vittoriosa la más interesante por ser la antigua capital de la Orden.

Pero la visita a estas tierras tiene un capítulo aparte en Mdina, la primitiva capital de Malta que está enclavada en el centro de la isla. Con una historia de más de 4 mil años, esta ciudad puede reivindicar los orígenes de la cristiandad, ya que fue allí, en el año 60 después de Cristo, donde se cree que vivió el Apóstol San Pablo después de haber naufragado en las islas. Con impresionantes palacios alineados entre sus calles estrechas y sombrías, aún hoy es el hogar de las familias nobles de Malta y uno de los mejores ejemplos en Europa de una ciudad antigua amurallada, que mezcla arquitectura medieval y barroca.

Muchos de los turistas que llegan a Malta lo hacen atraídos por sus costas, mar y playas. Sin embargo, es un archipiélago fundamentalmente rocoso y las playas de arena no son muchas, aunque hay algunas realmente hermosas. Eso sí, las vecinas islas de Gozo y Comino, ayudan a completar una oferta muy variada. 

Cuándo ir: por lo general se puede visitar la isla en cualquier época del año. Los inviernos son cortos y aunque las temperaturas nunca son muy bajas hay que abrigarse un poco. Los meses más fríos son enero y febrero. En verano las temperaturas suelen ser muy tas y el ambiente es generalmente húmedo.

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